Medio: El Día
Fecha de la publicación: martes 29 de mayo de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Las protestas del público se han repetido en cada una de las competencias deportivas, pese a los grandes esfuerzos de la Policía por frenar la libertad de expresión de la gente. A este paso, la única salida será reprimir a los manifestantes tal como se hizo en la ciudad de El Alto con los universitarios, aunque el riesgo es mayor, no solo por la sangre que se pueda derramar, sino por las estrambóticas explicaciones que se tienen que dar después. Primero se mencionó el tema de las canicas y ahora el culpable de todo es el imperio, que supuestamente anda buscando cómo atribuirle un muerto al presidente Morales para sacarlo del Gobierno.
Lo que fue planeado como una fiesta olímpica al estilo de los regímenes opulentos que siempre han buscado en el deporte la oportunidad para demostrar su poderío, puede convertirse en un calvario mediático que podría minar la escasa imagen positiva internacional que todavía le queda al “proceso de cambio”, peor todavía cuando paralelo a lo que ocurre en las canchas se multiplican las manifestaciones estudiantiles que exigen investigar la muerte de Jonathan Quispe y de yapa, mayor presupuesto para las universidades públicas, dos asuntos que se han vuelto muy difíciles para el régimen, cuyo punto más flaco es la administración de justicia y con las arcas cada vez más vacías.
Y precisamente hablamos de “mentes” al principio de esta nota, pues nadie se atreverá a sacar de su cabeza una opinión o un comentario sobre lo que ocurre dentro del Gobierno. Nadie se atreverá a pedir que pare el despilfarro, no solo porque ya no existe la bonanza que permitía hacerlo sin temor al déficit fiscal que crece como bola de nieve, sino porque cualquier esfuerzo propagandístico, por más grandilocuente y costoso será estéril para un Gobierno que ha perdido la confianza de la gente y cuyo rumbo es incierto, pues no se visualiza ningún plan económico ni social más allá de la búsqueda del poder como un fin en sí mismo.
Esperemos que algo de esa prudencia que está latente se manifieste estos días frente a las protestas estudiantiles que, sin duda alguna, servirán para relanzar la lucha por el 21F y contra la violación de la Constitución que pretende cometer el oficialismo al insistir en la repostulación presidencial. El país ha tomado partido por la democracia y lo expresa con vehemencia. Reprimir esa expresión no hará callar las voces que exigen la restauración del estado de derecho.
Esperemos que algo de esa prudencia que está latente se manifieste estos días frente a las protestas estudiantiles que, sin duda alguna, servirán para relanzar la lucha por el 21F y contra la violación de la Constitución que pretende cometer el oficialismo al insistir en la repostulación.