Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: viernes 30 de octubre de 2020
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Asamblea Legislativa Plurinacional
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Exparlamentarios explicaron a Página Siete que los dos tercios se introdujeron producto de los acuerdos políticos de principios de la década de los años 90, en el marco de la construcción y reformas que se dieron después de que el país retornara a la senda del sistema democrático.
“Se establece la figura de los dos tercios porque la evolución de la calidad democrática de un sistema político en un país depende de que no se abuse de la mayoría parlamentaria en detrimento de minorías parlamentarias”, declaró a este rotativo Hugo Carvajal Donoso, expresidente de la Cámara de Diputados.
El exlegislador agregó que se introdujo esa fórmula para que haya coordinación política y un marco de concertación más amplio del que acontece cuando sólo hay la pauta de mayorías y minorías.
La exdiputada Erika Brockmann comentó que la incorporación de los dos tercios a los reglamentos de las cámaras fue producto de la visión de parlamentarios que querían modernizar y democratizar los mecanismos que no eran tan democráticos al interior del Parlamento, en el marco de un gran proceso de reformas en el Estado.
La coincidencia entre los entrevistados es que el punto de partida fue un gran acuerdo.
“Los dos tercios se comienzan a introducir a partir del año 90, aproximadamente, cuando se lleva adelante un acuerdo político que se denominó los acuerdos Mariscal Andrés de Santa Cruz, en el gobierno de Jaime Paz Zamora. Ahí se establece que se elegirán por dos tercios autoridades del área judicial, electoral y otras autoridades importantes de instituciones del Estado. Esto se lo hace con el objetivo de mejorar la calidad democrática en el país”, manifestó Carvajal.
Brockmann da un contexto de la Bolivia de ese entonces, que -subrayó- recién comenzaba a aprender a vivir en democracia y venía de una transición que no fue fácil, puesto que muchos partidos antes del retorno estaban confrontados, pero ya en democracia debían coexistir debajo del hemiciclo.
“Había una voluntad política muy importante en ciertos liderazgos, el núcleo de decisión por compartir el poder y por generar un parlamento donde su funcionamiento esté de acuerdo a todos los estándares de las democracias más avanzadas”, agregó.
Brockmann destacó “el desarme” que hubo entre sectores de los partidos, lo que permitió que se conforme entre el 88 y 92 un grupo de parlamentarios multipartidario “de gente que quería enrumbar, modernizar el Parlamento y adecuarlo a los procesos que se observan en las mejores democracias”.
Fue en ese contexto en el que se trabajaron con los reglamentos y se introdujeron los dos tercios en decisiones del Estado y estructuración de instituciones.
Carvajal y Brockmann coinciden en que la reciente decisión del MAS de anular los dos tercios en el Legislativo es un “retroceso”. “Yo creo que de parte del MAS hubo una especie de adicción a su condición hegemónica, con 10 años de dos tercios, y no pueden imaginar lo que es convivir sin una mayoría tan importante. Es una regresión muy compleja”, comentó Brockmann.
Carvajal, por su parte, expresó: “Se ha roto el espíritu central, estructural de calidad democrática de una institución y esto es un retroceso realmente histórico. Es un retroceso brutal para la calidad democrática, para la deliberación y para la coordinación política en el país”.
Juan del Granado, exalcalde de La Paz y quien fue diputado, manifestó que el 90% del voto del 18 de octubre es un voto por el “reencuentro democrático”, dividido en un 55% que cree que es el MAS el que debe gobernar y un 45% que cree que no debe ser el MAS, por lo que consideró que para el rencuentro democrático se debe cambiar las prácticas y dejar de lado el hegemonismo, el autoritarismo, la corrupción y el despilfarro.
“Si esto es así, ¿qué nos están diciendo? Que no van a buscar consensos, que no van a buscar acuerdos, que no van a concertar elementos centrales de la dinámica parlamentaria”, sostuvo Del Granado, antes de agregar: “Es esencial que todos los bolivianos y especialmente los nuevos gobernantes encaren la próxima gestión gubernamental con el criterio de superar el evismo. El evismo tiene que ser superado como forma de gobierno y como forma de comportamiento público”.