La primera vez fue cuando el presidente Morales, en los vehículos oficiales intentaba abandonar la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), para asistir a sus actividades, un cerco policial garantizó que la protesta no obstruya la salida de la autoridad.

La segunda fue en el Hotel Cochabamba, cuando también estaba abandonando el lugar luego de su intervención en un acto. Entonces se escuchó unos gritos que se dirigen al Mandatario.

"Respete nuestro voto, Bolivia le ha dicho no. Respete a todos los jóvenes, El Alto está aquí presente y estamos sacando cara por el joven que ha muerto en El Alto", dice una de las jóvenes que junto a otras protestaron en contra del Gobierno.

"Estamos aquí porque no solo queremos que se respete la vida de los jóvenes universitarios que se han perdido en El Alto, sino que entienda la población por qué este Gobierno no puede seguir en el poder y que no tenemos que apoyar la reelección", dijo otra de las mujeres.

La asambleísta departamental del Movimiento Demócrata Social, Lizeth Veramendi, respecto a estas protestas dijo que Morales "tiene que saber que los bolivianos estamos en contra del asesinato de la juventud. El asesinato que han hecho al joven Jonathan no puede quedar impune", sostuvo.

Este jueves Jonathan Quispe murió víctima de -según la autopsia- una canica que se incrustó en su pecho, falleció mientras participaba de las movilizaciones de la Universidad Pública de El Alto. El Gobierno ha deslindado cualquier responsabilidad de la Policía Nacional en el deceso.