Medio: El Mundo
Fecha de la publicación: miércoles 21 de octubre de 2020
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
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Ayer se cumplió un año de los comicios generales del 20 de octubre, la canciller Karen Longaric afirmó, ayer que negar el fraude electoral registrado en el proceso electoral del año pasado es negar la idoneidad de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y poner en duda la credibilidad de la Unión Europea (UE).
“Pretender negar el fraude ocurrido el año pasado es negar la idoneidad de la OEA como acompañante de las democracias del continente y poner en duda la credibilidad de la Unión Europea”, señaló Longaric, durante su intervención en la 50 Asamblea General de la OEA.
La autoridad señaló que el fraude electoral, cometido el año pasado, y denunciado por la OEA y la Unión Europea, fue una “afrenta ostensible” al derecho político que tienen los ciudadanos a votar libremente y con las garantías de que sea un proceso transparente.
La postura surge luego de que legisladores, candidatos y sectores sociales afines al MAS, así como políticos de izquierda, intentan poner en duda el informe de la OEA, que da cuenta de una manipulación dolosa en las elecciones del 20 de octubre de 2019, y cuestionan la credibilidad de la misión de observación de ese organismo, que también vigiló el proceso electoral del pasado domingo.
El 13 de octubre, el secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA, Francisco Guerrero, ratificó el informe de auditoría de la OEA que detectó una “manipulación dolosa” e “irregularidades graves” en la transmisión de resultados en las elecciones generales de 2019, por lo que esa organización no pudo avalar los resultados de esos comicios.
Guerrero recordó que el informe final de la auditoría fue presentado por una solicitud del entonces Gobierno de Evo Morales, que fue plasmado en un acuerdo firmado entre ambos, el 30 de octubre de 2019, para realizar un análisis de integridad electoral.
El 4 de diciembre, la OEA presentó su informe final de la auditoría que develó una “manipulación dolosa” e “irregularidades graves” en la transmisión de datos, que hicieron “imposible” validar los resultados emitidos por las autoridades electorales.
Ese mismo mes, la misión de expertos electorales de la Unión Europea (UE) detectó “numerosos errores e irregularidades” en el recuento de votos, lo cual consideró como “caótico”.
Ante esto, ninguna misión de observación internacional pudo avalar los resultados de la votación de los comicios de octubre de 2019.
Antes del informe final, el 10 de noviembre la OEA presentó una auditoría preliminar que dio cuenta de “irregularidades” en los resultados de la votación de los comicios de 2019 y recomendó que Bolivia celebre otras elecciones.
La sugerencia de la OEA se dio en medio de las protestas sociales, realizadas desde el 22 de octubre de 2019, en demanda de la renuncia de Morales, tras las denuncias de fraude electoral en los pasados comicios.
Tras ese informe y aún siendo presidente, Morales convocó a nuevas elecciones, y anunció la renovación de las autoridades electorales; no obstante, poco después dimitió al cargo y se fue del país.