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Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: lunes 19 de octubre de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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El pueblo ha expresado su decisión en las urnas y la mayoría –de acuerdo con los resultados coincidentes de las dos encuestas efectuadas ayer a boca de urna– votó a favor de los candidatos del Movimiento al Socialismo (MAS).
En 26 o –en caso que deba repetirse la votación en mesas que fueran observadas– en 47 días más, el nuevo gobierno electo en los comicios de ayer tomará posesión de sus funciones y deberá hacerse cargo, en el màs breve plazo, de las urgencias que enfrenta el país, esencialmente, como resultado de la pandemia de Covid-19 que asola el mundo.
Es evidente que los nuevos mandatarios no podrán ejecutar su programa de gobierno de inmediato porque la coyuntura impone, desde ya, una agenda que no admite más esperas.
El punto número uno de esa agenda es la crisis económica y, a partir de esta realidad, el nuevo gobierno tendrá que ejecutar diversas tareas, desde asumir me-didas para evitar una mayor debacle hasta solucionar los problemas emergentes de la cuarentena.
La cuarentena dinámica consiguió evitar una mayor cantidad de contagios que los que son reportados, ni siquiera con precisión, por el Ministerio de Salud y los servicios departamentales del ramo. No obstante, el precio pagado fue demasiado claro: la paralización del aparato productivo que provocó el cierre de empresas y el consiguiente incremento del desempleo. Estas son solo las aristas más álgidas de una crisis que obliga a adecuarse a las nuevas condiciones de la economía mundial marcada por una contracción general de incierta duración.
La segunda y tercera urgencias tienen que ver con la amenaza de un rebrote de la pandemia y el necesario fortalecimiento del sistema de salud para enfrentarlo. Y la otra exigencia es el restablecimiento pleno de la institucionalidad, afectada por la crisis poselectoral del año pasado y la corrupción en el aparato estatal.
Atender esta agenda de urgencias es una tarea que necesitará del apoyo y la participación de todos los bolivianos y el éxito de ese afán dependerá de nuestro compromiso con Bolivia. Un compromiso que trascienda las diferencias políticas.