Un año menos dos días después, Bolivia tiene hoy una nueva cita con las ánforas luego de un año complejo en el que, entre otras cosas, ha aparecido una pandemia mundial que ha cambiado la forma en la que nos relacionamos.

Los partidos en disputa por la Presidencia han cambiado ligeramente: no hay “Bolivia Dice No” de Óscar Ortiz y sí hay el Creemos de Luis Fernando Camacho; Chi Hyun Chung ha cambiado el Partido Demócrata Cristiano (PDC) por el Frente Para la Victoria; el MAS postula esta vez a Luis Arce y Pan-Bol a Feliciano Mamani, mientras que incólume comparece de nuevo Carlos Mesa con Comunidad Ciudadana.

En esta carrera se han quedado por el camino Juntos, de la presidenta Jeanine Áñez, que decidió declinar cuando las encuestas no le sonreían, y dos de los pequeños: Libre 21 de Tuto Quiroga y ADN, para disgusto de María Cruz Bayá. En 2019, sin embargo, sí llegaron hasta el final – y no alcanzaron ni el 0,7% de los votos – Virginio Lema, que se jugó la sigla del MNR, Víctor Hugo Cárdenas con UCS e Israel Rodríguez con el Frente Para la Victoria.

Distancia La victoria en primera vuelta se da superando el 50% de los votos o superando el 40% y diez puntos más que el inmediato perseguidor

La elección de 2019 fue anulada por Ley y los datos eliminados del sistema de información del Órgano Electoral Plurinacional. Aun así, los partidos son muy conscientes de lo que pasó en aquella elección, que no se aleja demasiado de lo que las encuestas han estado señalando para esta nueva cita.

El origen del cataclismo se identifica en la orden dada para detener el sistema de Transmisión Rápida de Resultados – conocido como Trep –, y que ya se había utilizado en otras elecciones, como el referéndum de 2016. El Tribunal Supremo Electoral se había comprometido a dar resultados hasta el 80% con ese sistema en el día mismo de la elección y lo superó, pero la distancia a falta de contar el 14% de los votos era inferior a los diez puntos, por lo que se atisbaba una segunda vuelta. El Trep se detuvo y volvió casi 24 horas después con la distancia superior a los diez puntos, generando el conflicto. Los movilizados hablaron de “fraude gigantesco”, una afirmación que hasta hoy no tiene un respaldo, y en cualquier caso, se trató de décimas, como señala la Organización de Estados Americanos – y refutan una cantidad de grupos académicos de investigación – en su informe preliminar que produjo la segunda sacudida y acabó con la renuncia de Evo Morales el 10 de noviembre.

Los resultados de la discordia

En medio de las protestas, el Tribunal Supremo Electoral siguió adelante con el conteo en 2019 y llegó a certificar unos resultados definitivos que fueron los siguientes:

Para el TSE, el Movimiento Al Socialismo obtuvo un total de 2.883.687 votos, que sumaban un 47,13% de los votos mientras que Comunidad Ciudadana sumó 2.237.426 votos, que representaban un 36,56% de los votos. La distancia de 10,56% daba la victoria al MAS en primera vuelta.

La otra sorpresa vino en el tercer lugar. Durante toda la campaña, las encuestas habían dado el tercer lugar a la alianza de Demócratas y Unidad Nacional - Bolivia Dijo No - que postulaba al ahora exministro Óscar Ortiz. Sus resultados variaban entre el 10 y 12 por ciento, y su campaña aseguraba que superarían a Mesa y serían alternativa de Gobierno. El día de la elección cayó hasta un 4,25% de los votos, sumando un total de 259.929 votos.

Ortiz se vio superado por quien fue “la revelación” de aquellos comicios marcados por la polarización: Chi Hyun Chung, pastor evangélico, médico, millonario y con un discurso ultraconservador en lo moral y económicamente liberal que trajo algo de aire fresco a la disputa política. Chi acabó sumando un 8,79% de los votos, es decir, un total 537.837 apoyos.

Quinto fue Félix Patzi y su Movimiento Tercer Sistema con un 1,25%; sexto Pan Bol con un 0,65%; séptimo, el histórico MNR con Virginio Lema a la cabeza, que sumó 34.726 en todo el país (un 0,57%); octavo, otro histórico, UCS, con el hoy ministro Víctor Hugo Cárdenas y entonces ex vicepresidente, que sumó un 0,42% y último el Frente Para la Victoria de Israel Rodríguez (0,39%), que hoy presenta a Chi.

Los tres millones de votos del MAS

En la elección fallida de 2019, el MAS perdió 14 puntos en relación a la elección de 2014 – donde se emitieron cinco millones de votos válidos -, cuando alcanzó el 61% de los votos y superó los tres millones de votos (3.057.618), una cifra considerada clave para garantizar no solo la victoria sino también el control de todas las cámaras. En 2019 – con 6,1 millones de votos válidos emitidos -, se quedó en 2,8 millones de votos, algo menos de lo que obtuvo en 2009, cuando sí obtuvo el control de los dos tercios.

La victoria del MAS en 2014 se cimentó en La Paz, donde superó el millón de votos con un 68,9% de los votos, y en Cochabamba, donde sumó 637.125 votos y 66,8%. También superó el 60% de los votos en Oruro, Potosí y Chuquisaca, y el 50% en Tarija y Pando. Además, ganó en Santa Cruz con 48,99% por la división opositora entre PDC y UD, y solo perdió en Beni, donde obtuvo un 41,49% de los votos frente al 51% que obtuvo UD.

Estos resultados no se repitieron en la elección fallida de 2019, donde solo superó el 50% en La Paz (53,1%), en Cochabamba (57%) y en el exterior (60,3%), pero sobre todo acusó el descenso en Santa Cruz, donde se quedó con un 34,7% de los votos.

El factor Santa Cruz

Y es que el factor clave de lo sucedido en 2019 estuvo en Santa Cruz, con 1,8 millones de votantes habilitados, de los que 1,58 millones de votantes sí ejerció el derecho obligatorio, mientras que en 2014 solo habían votado 1,2 millones de personas.

Desde el principio, los estrategas habían considerado la división de Santa Cruz en tres partes prácticamente iguales entre el MAS, Mesa y Ortiz, que les pudiera dar aproximadamente medio millón de votos a cada uno. Sin embargo los resultados se volcaron hacia Mesa luego de la semana previa con el cabildo multitudinario y la teorización del “voto útil” por parte del hoy ministro Branko Marinkovic desde su exilio en Brasil.

Ortiz se hundió en casa y sumó apenas 149.071 votos, es decir, un 9,41%, y estuvo a punto de ser superado por Chi, que sumó 108.877 votos, es decir, un 6,87%.

El MAS redujo resultados numéricos de 2014 en Santa Cruz, pasando de 623.313 votos a 550.198, mientras que Carlos Mesa obtuvo una victoria sin precedentes con 741.463 votos (un 46,84% del total).

La distribución de las cámaras

La elección fallida de 2019, anulada finalmente por Ley luego de los disturbios, y que el propio Morales había considerado repetir antes de renunciar, dejó un reparto de la Asamblea Legislativa Plurinacional todavía favorable al Movimiento Al Socialismo pero sin mayoría de dos tercios.

Asamblea En juego están también la mayoría de las Cámaras de la Asamblea Plurinacional. El Senado cuenta con 36 asientos y Diputados con 130

La cámara de senadores, de acuerdo a los resultados de la elección fallida, le dieron 21 senadores al Movimiento Al Socialismo y 15 a Comunidad Ciudadana. Según los resultados, todos los departamentos repartieron senadores por igual entre las dos fuerzas salvo en La Paz, Cochabamba y Potosí, donde el MAS se hizo con tres. Potosí fue precisamente uno de los epicentros de la crisis posterior a la elección.

Por otro lado, la cámara de diputados quedó distribuida con 68 diputados del Movimiento Al Socialismo (MAS), 50 para Comunidad Ciudadana, 4 para Bolivia Dice No, y 9 para el PDC de Chi Hyun Chung, que daba la sorpresa al arrancar tres diputados en La Paz, y uno en Santa Cruz, Cochabamba, Tarija, Potosí y Oruro.

¿Qué pasó en Tarija en la elección fallida?

La elección fallida de 2019 tuvo un discurrir particular durante la campaña. El MAS cambió varias veces de estratega; Comunidad Ciudadana de Carlos Mesa obtuvo el apoyo de la Gobernación y la Alcaldía, mientras que Óscar Ortiz fue respaldado por el ex alcalde Óscar Montes y su maquinaria de UNIR.

La elección fue dura, pues el MAS venía de haber ganado con 51% en 2009 y 2014. La de 2014 fue especialmente sintomática, puesto que el partido de Evo Morales se impuso como primera fuerza en todos los municipios, incluido Cercado, merced a la división de las fuerzas opositoras, pues un bloque – Camino al Cambio, UN, FRI, etc., - respaldaron a Samuel Doria Medina en Unidad Demócrata, mientras que UNIR de Montes y el MNR de Johnny Torres apoyaron al PDC de Tuto Quiroga.

El resultado en 2014 en Tarija, sobre 263.181 votos válidos, favoreció al MAS con 136.014 (51,68%), seguido de Unidad Demócrata con 69.989 (26,59%) y el PDC con 49.339 votos (18,75%).

En 2019, sobre 307.713 votos válidos, el MAS se quedó en 40,2% y 123.715 votos mientras que Comunidad Ciudadana sumó un 42,4% de los votos con 130.526 apoyos. Muy lejos se quedó Bolivia Dice No de Óscar Ortiz apoyado por Óscar Montes, que sumó un 2,71% de los apoyos, que traducido en votos fueron 8.349.

De hecho, Montes y Ortiz fueron superados por el PDC de Chi Hyun Chung, que en Tarija obtuvo 34.374 votos, alcanzando un porcentaje del 11,17, siendo el segundo bastión más importante para el coreano boliviano después de Oruro, donde obtuvo un 13% de la votación.

En este sentido, el reparto de senadores en el departamento fue de dos para el Movimiento Al Socialismo – que repetía los resultados de 2014 - y dos para Comunidad Ciudadana.

El reparto de diputados uninominales también fue un dos a dos: mientras Comunidad Ciudadana ganaba en la C40 – parte de Cercado y Méndez - y la C41 – parte de Cercado -, el MAS se imponía en la C42, que corresponde a Avilés, Arce, O´Connor y el municipio de Caraparí y en la C43, que une Yacuiba y Villa Montes. Además, la circunscripción indígena fue a parar al MAS.

El reparto de los diputados plurinominales, vinculado al de los uninominales, correspondió en dos para Comunidad Ciudadana, uno para el Movimiento Al Socialismo y uno para el Partido Demócrata Cristiano de Chi Hyun Chung.

Una elección reñida con pocas claves al aire

La clave del eje central

Los tres departamentos del eje central suman el 70,50% del padrón, mientras que los demás suman un 25,75%, es decir, menos que el departamento de Santa Cruz, el más disputado de todos, y que suma un total de 1.863.543 habilitados para votar este domingo.

La clave del voto en el exterior

Este 2020 el voto en el exterior ha caído sustancialmente luego de que se evitara la votación en Panamá y en el norte de Chile. En total son 273.050 habilitados en el exterior, un 80% en relación al año pasado. Representan un 3,73% en el padrón, que es un poco más que Beni (3,69%)

La clave oriente – occidente o Norte Sur

Pese a que el concepto de media luna ha quedado en desuso, los departamentos que en su momento la conformaron suman un 35,64% de los votos; sumando a Chuquisaca más sumaría un 40,71%. Por su parte, el voto de los departamentos del sur es del 16,41.