Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó que no aplicará este sistema en las elecciones de 2019, ante la falta de confianza y de recursos económicos.

Sólo seis países en el mundo utilizan el sistema de voto electrónico: India, Brasil y Venezuela emplean el sistema electrónico en todas sus votaciones, mientras Estados Unidos, Francia y Canadá solo aplican este sistema en algunas zonas. En Estonia se puede decir que es un sistema mixto, es decir, aquellas personas que prefieran votar de forma tradicional, mediante papel, lo pueden hacer sin que sea obligatorio el uso del sistema electrónico.

Hay otros países desarrollados que decidieron emplear el sistema electrónico de voto, pero con el tiempo lo prohibieron, como ocurrió en Alemania, Holanda, Noruega, Irlanda, Reino Unido y Finlandia. Se conoce que en Suecia ni siquiera lo intentaron y hay algunas naciones que estudian suprimirlo debido a que consideran que hay problemas de seguridad.

El uso de datos en Facebook durante las elecciones de Estados Unidos puso a recapacitar a más de un Gobierno en el uso del voto electrónico, según medios especializados.

Durante 2016 se abrió un gran debate en Argentina respecto a este sistema, se encontró que la rapidez es su principal ventaja, así como la reducción de los costos que implica el uso de papeletas significaban ventajas importantes. Pero su mayor riesgo es que es proclive a un hackeo que puede ser más costoso que el empleo de papel.

En Holanda se implementó el voto electrónico en 1965 hasta que en 2006 detectaron fraude, por lo que en 2008 se decidió que volver al voto tradicional, según agencias europeas.

Si se ponen en la mesa ambos sistemas, resulta que es más fácil lanzar un gran ataque informático que manipular los votos en cada recinto electoral.

En el caso boliviano, hay uno o varios delegados por cada ánfora, lo que de cierta manera garantiza el control social.

También se debe tomar en cuenta la preparación de los votantes, a quienes probablemente les es más fácil revisar una papeleta con las fotografías de los candidatos que utilizar una nueva tecnología a la que no están acostumbrados.

Otro problema en Bolivia, según legisladores de oposición, es que el Internet aún no tiene una cobertura total ni la calidad necesaria para garantizar un proceso sin riesgos, pese a los grandes avances que se registraron en los últimos años, según dijo la semana pasada el diputado Gonzalo Barrientos (UD).

El legislador aseguró que no hay ninguna garantía de transparencia en este sistema, más aun cuando existe el antecedente de fraude electrónico en las elecciones venezolanas, que, aseguró, el Gobierno quiere copiar en 2019.

Sin embargo, en países como Brasil, Alemania y EEUU, se analizó el lado positivo de emplear el voto electrónico: que se puede sufragar a cualquier hora y desde cualquier lugar, lo que permitiría una mayor participación; mientras que en el sistema manual tiene que ser presencial.

Algo en lo que coinciden todos los que apoyan el voto electrónico es que se emplea menos infraestructura que en el voto en papeleta, es decir que el nuevo sistema deja de lado el papel, imprentas, urnas y jurados. También consideran que el sistema electrónico puede permitir al votante ver a los candidatos, escuchar sus propuestas mediante videos u otros mecanismos de participación. Otro punto a favor es el recuento de votos, con el sistema electrónico es más fácil y más rápido, debido a que son las máquinas las que realizan el trabajo, que actualmente se hace voto a voto.

Sin embargo, los sistemas computacionales, más aun en este tiempo, son proclives a ataques cibernéticos que podrían afectar resultados y poner en riesgo la democracia.

El 17 de mayo, el Senado sancionó la ley que permite el voto electrónico en el exterior y dispone el registro biométrico permanente de los bolivianos que habitan en otros países.

El TSE informó que no se aplicará el voto electrónico en 2019, pero la ALP ya aprobó la ley.

EUROPA DEJA EL VOTO ELECTRÓNICO

En 1965 se instauró en Holanda el voto electrónico. Se conoce que más del 90 por ciento de los electores usaba el sistema hasta que en 2006 detectaron fraude en las elecciones comunales. Esto obligó al Gobierno a aprobar el voto con boleta de papel en 2008.

En Alemania se utilizó el voto electrónico en 2005, pero en 2009, luego de varias denuncias judiciales y apelaciones, el caso llegó a la Corte Suprema, instancia que decidió declarar inconstitucional este sistema debido a que no permitía la fiscalización.

En Finlandia se aprobó en 2006 el voto electrónico para los comicios legislativos de 2008, pero debido a los problemas que se detectaron fueron anulados.