El excandidato admitió que no pudo explicar el plan que tenía para reconstruir la democracia pulverizada por 14 años “de atoritarismo abusivo” y para generar reconciliación. Aceptó también que no tiene posibilidad de llegar a la presidencia, “y nunca me han interesado las pegas o los espacios, solo tener un mejor país para todos”. 

Lamentó que gente valiosa que lo acompaña merece estar en el Parlamento, “pero nunca si el costo es que el MAS pueda quedarse con la presidencia en primera vuelta”. Aunque complementó que esa posibilidad es ínfima, “es mayor a su chance de ser presidente. Por pequeño que sea el riesgo, debo a ver lo que esté a mi alcance para evitarlo”, dijo. 

Auguró que si Bolivia logra derrotar al MAS en primera vuelta, el país se evitará una segunda exposición a aglomeraciones electorales, se ahorra 45 días y así arranca un gobierno de cinco años en noviembre.

Después de más de 23 años, dijo, de la enconcada pugna que sostuvo con Evo Morales, “por nuestras profundas diferencias sobre narcotráfico y corrupción, su sometimiento a padrinos caribeños, su latrocinio y sus abusos, quizás calme las aguas que en esta elección, y por primera vez desde 1997, no esté él, ni esté yo”

Por ello aseguró que declina su candidatura presidencial con “profundo agradecimiento y sin un ápice de resentimiento, porque jamás podré devolver a mi Bolivia todo lo que he recibido de ella, y de nuestra gente”.

Acotó que por eso "declino nuestra candidaturea con Tomasita Yarhui, agradezco el respaldo de Chichi Siles, Lino Wilka" y otros, y a toda la gente que los apoyó y les pidió disculpas, "seguramente pude hacer más".

Recordó que los “masistas” lo persiguieron por años “con saña”, lo enjuiciaron, sentenciaron, “jamás me rendí, ni me doblegué, ni escapé”. Aseguró que está “aquí y aquí me quedo. Antes, ahora y siempre. Y cuando la Patria llame, siempre atenderé su convocatoria”. Aseguró que ya no puede pedir el voto para Libre 21, pero pidió a la ciudadanía que vaya a votar, con cuidado y con barbijo