Las pericias que efectuó la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) revelan que el fraude electoral, en los comicios de 2019, fue articulado por extranjeros, ex ministros y los ex vocales del Tribunal Supremo Electoral para mantener en el poder a Evo Morales. Coordinaron las acciones en la Casa Grande del Pueblo.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, denunció que, pese a las evidencias de que el fraude fue orquestado por el MAS, el fiscal general, Juan Lanchipa, no coadyuva en citar a otros involucrados y por el contrario asume una postura, “bajo cálculos políticos”, para dilatar el proceso judicial.

Las pesquisas dan cuenta que en el piso 17 de la Casa Grande del Pueblo se reunieron ministros de Morales con informáticos de entidades públicas, del Ministerio del Culturas, una abogada del Ministerio de Gobierno, el jefe de gabinete del ex ministro Juan Ramón Quintana, y funcionarios de la ATT, entre otros altos servidores públicos.

En esa reunión también designaron como coordinadores políticos del MAS, para El Alto a la ex ministra de Culturas, Wilma Alanoca; y para La Paz al ex ministro de Defensa, Javier Zabaleta. “Quienes curiosamente evaden la justicia para decir su verdad sobre esta investigación y sobre otras que se ventilan en contra de los ministerios que dirigían”, dijo Santamaría.

Los encuentros también tenían la misión de alimentar el software de la empresa Territorial Visor, con el que se ejecutó el fraude electoral. Sergio Martínez, Jefe de Contrataciones para el Sereci La Paz y declarado en comisión para ir a trabajar al TSE, fue quien facilitó la información y el padrón electoral. “Toda esa información fue entregada a los mexicanos”, dijo.

De acuerdo al registro migratorio llegaron a Bolivia 21 ciudadanos extranjeros, de los cuales 20 eran de nacionalidad mexicana y un venezolano. Los cabecillas ingresan al país inicialmente en agosto, el grueso arribó en septiembre. Los mexicanos forman parte del Partido del Trabajo, aliado del presidente Manuel López Obrador.

Los 21 extranjeros se hospedaron en un céntrico hotel de la urbe paceña, contrataron tres pisos, junto a ellos se alojaron funcionarios del Ministerio de la Presidencia, pese a que estos tenían residencia en la ciudad de La Paz. “Se alojan en el hotel para trabajar en contra de la democracia y en favor del fraude”, agregó Santamaría.

Los extranjeros abandonaron el país desde la madrugada del 23 de octubre, tomaron diferentes vuelos. “Una vez que se evidencia que era inocultable el fraude en la madrugada, en tres vuelos distintos huyen del país”, dijo Santamaría, quien espera que los mexicanos tengan la valentía y la decencia de responder porqué violentaron la soberanía en materia de política exterior, confabulándose con Evo Morales y Álvaro García Linera.

Todas las acciones para ejecutar el fraude electoral que definían entre los mexicanos y las autoridades del Morales eran transmitidas a los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que formaban parte de la estructura del MAS a través del grupo denominado “Simón Bolívar”.

El grupo “Simón Bolívar” tenía asiento con más fuerza en Oruro y Cochabamba, lo conformaban Idelfonso Mamani, quien fue impugnado antes de ser vocal del TSE, por pintar paredes con propaganda electoral a favor del MAS; Lucy Cruz, vocal designada por Evo Morales, Lidia Iriarte, María Eugenia Choque y Édgar Gonzales, quienes –según Santamaría- “tenían un nivel de dependencia vergonzoso del Tribunal Supremo Electoral con Palacio”.

“Esta vinculación política ha demostrado que Evo Morales y Álvaro García Linera, los ministros de su gabinete, funcionarios de alta jerarquía, intentaron robarle la democracia de este país”, expresó Santamaría, quien dijo que el TSE y el Gobierno de Morales, ocultó información valiosa a la OEA que refuerza el fraude electoral.

“La OEA (por ejemplo) no conocía que había otro servidor paralelo, no conocían que a través de esos servidores cargaban actas para favorecer a un partido político”, señaló Santamaría, quien recordó que la investigación que realizó la Felcc está documentado y fue lícitamente obtenido.