En efecto, Luis Arce Catacora, candidato presidencial del MAS, declaró ayer que el partido al que representa respetará los resultados de los comicios del domingo 18 de octubre si estos se mantienen como muestran las encuestas.

“Mientras nosotros estemos a la cabeza y ganemos las elecciones como están en las mismas encuestas que se están planteando ahí, en todo tipo, en todo sentido, ¡ah! y con la garantía de que organismos, de fundaciones, que vengan de afuera a garantizar (respetaremos los resultados de las elecciones)”, afirmó Arce ayer en una entrevista televisiva.

Y también ayer, en Oruro, durante un acto de campaña el dirigente minero afín al MAS, Orlando Gutiérrez afirmó que las organizaciones sociales “se levantarán” ante el mínimo “intento de fraude” que pueda perjudicar al partido que postula a Luis Arce a la presidencia. “Con el pueblo no se juega (...). Ahora, de la resistencia nos toca pasar a la toma del poder a buenas o malas mis hermanos”, manifestó el dirigente. Esa advertencia fue corroborada por el dirigente masista cocalero Andrónico Rodríguez: “Ni se les ocurra hacer alguna irregularidad o fraude”, señaló éste.

Esas no son las primeras referencias a un posible fraude en unas elecciones cuya organización, en manos de un Tribunal Supremo Electoral que hasta ahora ha dado muestras de un trabajo imparcial.

Desde hace varios días, candidatos y dirigentes del MAS hablaron de esa posibilidad, aunque sin abundar en mayores detalles acerca de las razones que motivan su preocupación.

Y son también inquietantes las declaraciones del Ministro de Gobierno, en Washington, respecto de que dirigentes del MAS intentan convencer a sus jóvenes militantes de que el Gobierno está preparando un fraude y los llama a levantarse en armas el 18 de octubre, en caso de una derrota electoral de ese partido.

Es de esperar que las advertencias del partido del expresidente Morales sean nada más una estrategia de campaña dirigida a cambiar las tendencias de preferencia de votación que, según las últimas encuestas muestran que disminuye la diferencia entre Luis Arce y Carlos Mesa, –primero y segundo, respectivamente.