Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: viernes 02 de octubre de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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El Debate Presidencial Bolivia 2020, programado para este 4 de octubre, se perfila como un hito en la historia de la democracia en Bolivia, porque se realizará después de más de 15 años. Los expertos sostienen que ese evento será un escenario ideal para los candidatos porque podrán dar a conocer sus propuestas a una masiva audiencia.
Página Siete consultó a cuatro especialistas nacionales e internacionales sobre la visión y perspectiva que tienen acerca de la realización del encuentro y la trascendencia que tendrá.
“El colocar un debate electoral en este momento en el país tiene una trascendencia histórica muy alta”, afirmó el experto en estrategias comunicacionales Adalid Contreras, quien subrayó que el evento es una forma de profundizar la democracia en esta etapa electoral, en la que los candidatos cumplen con la obligación ante la ciudadanía de exponer sus ofertas electorales.
“Será un espacio privilegiado para exponer sus propuestas frente a una población mayoritaria”, sostuvo.
La experta en marketing político Ivanna Torrico afirmó que un debate presidencial es un “escenario perfecto y una gran oportunidad para persuadir a los indecisos y reforzar el voto cautivo”, además de la ocasión de llegar a nuevas generaciones de votantes que nunca han tenido la oportunidad de presenciar un debate presidencial.
En ese marco, la especialista sostuvo que la ausencia de un postulante en la cita será contraproducente para ese candidato.
“Los demás candidatos podrían tocar temas importantes que se refieran al candidato ausente y al no estar este presente para responder y replicar, su ausencia podría jugarle en contra. Posiblemente no influirá en el voto duro a favor, pero se desaprovecha la oportunidad de ganar el apoyo de los indecisos”, explicó Torrico.
Daniela Aruj, consultora argentina especialista en imagen, comunicación y branding, destacó varios aspectos en la importancia de un debate, desde la importancia en la presencia de todos los candidatos, en especial de los que ocupen los primeros lugares en las encuestas, las “respuestas de calidad” y el impacto en la repercusión del evento, sobre todo en algunos detalles que se susciten como por ejemplo, algún cruce de palabras.
“Esto va a dar como resultado que los medios de comunicación tradicionales y los virtuales tomen ese elemento, lo reproduzcan y ahí es donde se genera el impacto, si hubo un error y ese error fue muy notorio, y ese error se transforma en memes, se transforma en comunicación en redes sociales, es muy fuerte y muchos actores la toman, entonces ahí hay un impacto”, explicó Aruj.
El politólogo y consultor Marcelo Silva prevé que el debate, además de ser un escenario en el que se vea en acción a los postulantes -más allá de la ausencia de alguno de ellos-, incidirá en la votación.
“Pese a esos condicionamientos, el debate influirá de una manera determinante en el porcentaje de los indecisos y que podrían estar entre un 11 a 12% del electorado”, afirmó Silva y agregó que históricamente los debates siempre han influido en el rendimiento electoral.
Después de 18 años, en Bolivia se organiza un debate presidencial que apunta a contar con la presencia de todos los candidatos a la presidencia. El último en el que participaron los postulantes mejores perfilados data del 2002.
“Uno de los ejercicios más importantes durante los procesos electorales en cualquier país democrático es el debate”, manifestó Torrico. La experta afirmó que lo que más influye en el debate es cómo se desenvuelven los candidatos, desde su postura hasta cómo tratan a sus adversarios, porque “el voto es emocional”