Nepotismo, uso indebido de influencias y beneficios en razón del cargo, son algunos de los delitos que se incurrió en la Cancillería al designar como cónsul de Bolivia en Bruselas a Roxana Eneida Rojas Lozano, esposa de Ruddy Flores, quien ocupa un cargo jerárquico en el Ministerio de Relaciones Exteriores, denunció ayer el diputado opositor Amilcar Barral.

Desde febrero,  Flores Monterrey  ejerce el cargo de Director General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Relaciones Exteriores. En marzo,  Eneida Rojas fue designada como cónsul de Bolivia en Bruselas, Bélgica.

De acuerdo a la declaración jurada que presentaron a la Contraloría General del Estado, Rojas  Lozano tiene un patrimonio neto de tres millones de bolivianos y registra una deuda de 1.925.813,23 de bolivianos.    Flores inscribió en la Contraloría un patrimonio neto de 3,3 millones de bolivianos y una deuda de 1.925.813,23 de bolivianos.

“Los dos trabajan en una misma institución. Es nepotismo, un delito”, reclamó Barral, quien presentó los documentos en rueda de prensa. El diputado   solicitó al canciller Fernando Huanacuni que brinde un informe oral ante la comisión de Política Internacional de Diputados para que explique sobre el  nombramiento  de la pareja de Flores.

 “También le vamos a enviar una carta al Canciller, denunciando esta designación, capaz no sabe”, dijo Barral, quien indicó que la autoridad deberá  responder  sobre los  nombramientos.  

Barral considera que la designación de  Eneida Rojas “es un pago” a Ruddy Flores, pues en noviembre de 2017, cuando ejercía el cargo de magistrado del Tribunal Constitucional Plurinacional, firmó la resolución que habilita al presidente Evo Morales a los comicios de 2019, pese al referendo del 21F.