“Bueno, yo entiendo el socialismo como ser sociable, ser pluralista, ser democrático… En pocas palabras, es estar al lado del pueblo”. Esta definición de socialismo planteada por Reynaldo Ezequiel, candidato a diputado por Santa Cruz por el Movimiento Al Socialismo (MAS), ha levantado una ola de memes y ha dado origen a una corriente de nuevas definiciones made in Bolivia.

Los internautas hicieron fiesta con esta revolucionaria definición y, a partir de ahí, elaboraron definiciones propias a través de memes. “Ser conservador es que te gusten las conservas”, “ser cocalero es vender coca cola”, “capitalismo es ser de Sucre, ciudad capital”, “tener amante es ser amable”, “quisiera ser senador para cenar más seguido”. Llovieron a cántaros las nuevas frases desprendidas de la “frase madre” del candidato por la circunscripción 46 de Santa Cruz.

Pero este desinhibido  candidato lanzó ese mismo día, en el programa Debate Electoral 2020, otra frase que dio lugar a muchas interpretaciones. “Hay gente también buena en el MAS”, soltó.  ¿Cómo?, ¿qué quiso decir Ezequiel? Muchos de sus correligionarios deben estar preguntándole quiénes son esos buenos, porque, según se infiere de su frase, son la excepción.

Pero en el bando del partido azul no sólo Ezequiel causó pasmo.  Luis Arce Catacora, el mismísimo candidato a la presidencia por esa tienda política, también disparó otra afirmación que abre un manto de dudas. ¿Habrá hablado en serio?

“(Las exautoridades que están en la residencia de la Embajada de México) han pedido un asilo y el Gobierno mexicano les ha dado asilo. Nosotros, cuando lleguemos al Gobierno, vamos a cumplir la ley, vamos a darles salvoconductos y ellos tendrán el asilo que han pedido. Nosotros les vamos a dar el salvoconducto para que salgan del país”, dijo Luis Arce en una entrevista concedida al periodista Iván Ramos en  Sucre.

¿En serio Luis Arce  dará a sus excolegas salvoconductos para que se vayan a México? ¿Por qué tendrían que irse del país si él asume el mando de la nación? Si no les da salvoconductos, ¿significa que Luis Arce los va a “perseguir?”. O es que, simplemente, ¿los quiere lejos?

A moco tendido

Pero la semana  transcurrió no sólo divertida, sino también con riachuelos de lágrimas. “A los siete años me detectaron cáncer de Hodgkin (un tipo de linfoma). Me dieron pocos meses de vida y el entonces padre Chris (sacerdote de la Renovación Carismática,   conocido por sus oraciones de sanación) nos pidió tres días. En tres días no tenía nada”, contó Luis Fernando Camacho el domingo 20 de septiembre en el programa Uno Decide 2020 de la Red Uno. Y lloró.

“Quiero que Dios gobierne este país. Dios va a gobernar este país”, fue su respuesta a la pregunta sobre el Estado laico establecido en la Constitución. Para Camacho, que siempre anda con su rosario  (que sirve para el rezo tradicional a la Virgen en la Iglesia Católica), la fe es cuestión de vida. Según él,  Dios sacó a Evo Morales del poder. 

“Dios entró a Palacio para cambiar Bolivia. Dios entró a Palacio ese día (cuando renunció  Evo Morales), o si no,  que alguien me explique: ¿cómo a los 40 minutos (después de que Camacho ingresó a Palacio con la Biblia en mano) renunció Evo Morales? Si eso no es una obra de Dios, que me expliquen qué es”, afirmó en Uno Decide, aún con lágrimas en los ojos.

Aunque por otros motivos, esa misma noche su acompañante Marco Pumari también se echó a llorar. Tenía entre manos el guardatojo de su fallecido padre, que fue trabajador de Comibol. Al recordarlo, lloró.

Después de meses de sus metidas de pata, ahora se los ve juntos, casi de la mano. Hasta lloran juntos.

Un encuentro... ¿casual?

La semana se trajo consigo también hechos que alborotaron a los malpensados, como aquel que mostró a Ricardo Paz, jefe de Campaña de Comunidad Ciudadana (CC) -cuyo candidato a la presidencia es Carlos Mesa-  sentado junto al ministro de Gobierno  Arturo Murillo en un café de la ciudad sede de Gobierno. 

“No me reuní, nos encontramos casualmente. Yo estaba entrando a comprar un café y él (ministro Murillo) estaba entrando por la otra puerta. Nos encontramos, nos sentamos un segundo, conversamos un par de minutos y eso fue todo. Fue un encuentro completamente casual”, explicó Paz al programa Fama, Poder y Ganas.

Pero una pregunta queda al aire: ¿quién filtró el video? Hay quienes dicen que fue el mismo ministro Murillo el que lo hizo.

En tiempos de campaña  todo se anota  y todo lo que ocurre cae bajo sospecha. Pero en tiempos de campaña también  pasa todo y no pasa nada. 

Lo  cierto es que dentro de 21 días sabremos si al candidato del MAS le sumó o restó el haber inventado un nuevo concepto de socialismo; si a Camacho y Pumari sus lágrimas sirvieron para conmover al electorado  o, más bien, dieron pena, y  si el encuentro “casual” entre Murillo y Paz sirvió de algo para los fines de quien lo propició. Salvo que, realmente, ese junte haya sido  “casual”.