Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: viernes 25 de septiembre de 2020
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Demandas
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Mientras a Evo Morales le inician el segundo proceso por estupro, el que fuera su Canciller dice textualmente: “Cuando uno no tiene pareja y está soltero, puede caer en muchas tentaciones”, con esa frase intenta restar importancia a lo denunciado y justificar comportamientos vejatorios a la dignidad de la mujer, aunque esa intención no vaya a tener éxito demuestra el descaro con el que esa organización política maneja ciertos temas. En materia sexual todos los apetitos y “tentaciones” se restringen a las acciones permitidas por la ley, la gran mayoría de las personas evita espontáneamente cualquier transgresión, no solo por razones jurídicas, sino esencialmente porque tienen límites morales, somos parte de una sociedad, una cultura y en función de esa identidad, se estructuran los valores que se inculcan desde la niñez y encuadran de forma natural los comportamientos a los cánones éticos. Son múltiples las acusaciones contra Evo Morales y sus relaciones con menores de edad parecen ser parte de un patrón de conducta, no son hechos aislados y lo preocupante es que habría niños afectados, que serían víctimas de una vida de concupiscencia e irresponsabilidad, donde los escándalos se hubieran ocultado bajo el velo del poder. Puede que la justicia en este momento no sea independiente y todavía existan muchos cargos y favores que se deban, sin embargo más allá de las implicaciones judiciales, tendría que haber un mínimo de decoro en el momento de abordar el tema, algo que evidentemente no sucede con el referido candidato, que aspira además a dirigir el Órgano Legislativo, cuya función principal es normar, sin duda otra de las paradojas a las que estamos expuestos por el bajo nivel de la política y por los exabruptos de algunos políticos. Cuando los que tienen poder carecen de moralidad, el problema es superlativo porque disponen de mayores recursos para causar daño y el impacto de esos delitos y abusos, aqueja finalmente a la sociedad en su conjunto, por eso resulta inadmisible la banalización de tales delitos. Sobre todo cuando las víctimas son mujeres y niños. Dictadores como Sadam Husein, Muamar Gadafi, Rafael Trujillo o Daniel Ortega, se hicieron famosos por sus perversiones sexuales, que el líder del Movimiento al Socialismo pueda engrosar esa lista no debería ser gracioso para nadie, sobre todo porque de comprobarse aquello, habría un grupo muy grande de cómplices y encubridores, que merecerían sufrir una implacable condena social. Pues inmoral no solo es el que comete la falta, sino también el que la intenta justificar, además el modus operandi en estos casos habría sido impresionar a las jovencitas con el uso indiscriminado de bienes del Estado, es decir a través de una corrupción multidimensional, que retrata las aberraciones que pudieran haberse cometido, a vista y paciencia de ministros, pilotos, edecanes y secretarías. Tristemente somos testigos de una historia que parece estar en sus albores y no tendría nada que ver con secuelas de la soltería, es un asunto criminal que se tiene que investigar de forma imparcial, toda vez que al hacerlo, se estarán examinando varias gestiones y conociendo la forma en que se gobernó el País durante trece años, esperemos que se vayan dando las condiciones para que comencemos a ver algunos resultados, ya que el único desagravio admisible es la verdad, que tarde o temprano tendrá que conocerse, sin dilación, mofa, ni manoseo.