En esa lucha por derrotar al MAS y desterrar por los próximos cinco años a Evo Morales, han quedado Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho. Es cierto que continúan en carrera Jorge Tuto Quiroga, el Dr. Chi, el señor Mamani y la señora Bayá.
De estos, se destaca con absoluta ventaja, Tuto Quiroga, hábil y experimentado expresidente de la República, que, sin el suficiente apoyo, ya debió respaldar a alguno de los candidatos con posibilidades de vencer a Arce. La ciudadanía que conoce a Quiroga, espera de él una muestra de patriotismo y de humildad.
Según las encuestas conocidas, a nivel nacional el postulante del MAS, Luis Arce Catacora, es quien lleva la delantera con ventaja. Le sigue Carlos Mesa y luego Luis Fernando Camacho.
Para los no masistas –que somos muchos– el temor es que Arce pueda ganar la elección en la primera vuelta, es decir sin permitir la chance del balotaje, tal como tramposamente quiso hacerlo Evo Morales en las elecciones del año pasado. A Morales le salió mal el fraude, porque, para vergüenza nacional (no para él), se lo descubrió.
Ahora, parece que todo se juega en Santa Cruz. Y ha llegado el momento de decidir entre que Mesa pueda contar con la votación suficiente como para vencer a Arce o Camacho obtenga una bancada parlamentaria fuerte, principalmente cruceña, pero con el gran riesgo de que el MAS retome el poder.
Muchos jóvenes prefieren obtener los parlamentarios en la Asamblea y un liderazgo nuevo; para muchos otros cruceños lo principal es que Evo Morales no regrese “por Yacuiba” dentro de un mes, como ha prometido, en caso de que gane Arce. Los votos estarán sobre las mesas el 18 de octubre y cada quien será libre de marcar lo que le parezca mejor para Santa Cruz y para Bolivia.