Desde el inició de la campaña se registraron diversos actos de violencia  contra al menos cuatro organizaciones políticas,  en seis  regiones del país: La Paz,  Oruro, Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y Santa Cruz. 

La tensión encendió las alarmas de la Misión en Bolivia de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), y del  Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Las organizaciones sociales afectadas hasta el momento son el Movimiento Al Socialismo (MAS), Comunidad Ciudadana  (CC), Creemos y el Frente Para la Victoria (FPV). Los tipos de agresiones van desde el hostigamiento, pasando por los insultos,   hasta los  ataques   con piedras y otros objetos. En algunos casos  la intolerancia derivó en enfrentamientos.  (Ver el detalle en la infografía).

Al respecto,  la Oacnudh   emitió un pronunciamiento en el que hace un llamado para que las campañas se realicen en un clima de no violencia, para que las elecciones del 18 de octubre se celebren en condicione pacíficas.

“A dos semanas del reinicio de las campañas electorales, la misión reprueba los episodios de violencia registrados que estarían afectando los derechos de la ciudadanía y de las diversas tiendas políticas a realizar proselitismo (…).  La misión recupera el llamado a todos los actores para que las campañas se realicen bajo un clima seguro, de libertad y no violencia”, señaló el organismo en un mensaje a través de su cuenta de Twitter. 

El TSE, por su parte,  emitió un pronunciamiento en el que expresó su preocupación y exhortó a conservar los principios que deben caracterizar el tono pacífico de las campañas electorales.  “Bolivia requiere que la elección de 2020, crucial para el afianzamiento de la democracia en el país, se cumpla en un ambiente de tranquilidad en todas sus etapas, en particular la campaña, que constituye la antesala de la jornada de votación”, se lee en el comunicado del TSE. 

Para Gregorio Lanza, analista y experto en prevención y atención de conflictos, estos hechos de violencia responden a elementos que quedaron en el inconsciente de mucha gente, que se traduce en emociones difíciles de controlar y que son producto de “la división y racismo sembrado en los últimos años del gobierno de Evo Morales”.

“Venimos de un escenario muy duro, de enfrentamiento que ha sido sembrado por el MAS y Evo Morales. Sin ir muy lejos, podemos citar la convocatoria a los bloqueos en los que amenazaron con que no lleguen los alimentos ni entre el oxígeno y los militantes de algunos partidos han exacerbado eso”, manifestó.

Frente a esta situación,  Lanza indica que el TSE debe trabajar con un grupo de observadores de estos sucesos, y debe realizar un seguimiento con notificaciones a los partidos que se vean involucrados en actos violentos. 

Además, considera que los propios partidos instruyan a su militancia a que no cometan abusos y que los candidatos eviten discursos confrontacionales que caldeen los ánimos. 

El diputado Edgar Montaño y la senadora Adriana Salvatierra presentaron una denuncia ante la Fiscalía de Santa Cruz por las agresiones que sufrió la militancia azul durante una  caravana, y además  solicitaron garantías para hacer campaña.

Los asambleístas responsabilizaron a la alianza Creemos por los hechos de violencia. Al respecto la candidata a Senadora por Creemos en Santa Cruz Centa Rek señaló: “Hay que hacer una investigación responsable (…).  Hasta el momento sé que son vecinos del barrio que reaccionaron, no sé en qué tipo de circunstancia, quizás hubo provocaciones también de las filas del MAS, los problemas siempre son de dos lados nunca son unilaterales”.