Borda afirmó que hay certeza de la vinculación entre la conducta del exencargado de negocios y las acciones de los políticos de la oposición que cuestionan la conducta del Gobierno, muchas veces con denuncias sin pruebas.

El exdiplomático fue cuestionado por el Gobierno cuando se conoció de una reunión con el expresidente Carlos Mesa (noviembre de 2017), en la que hablaron de la repostulación y la necesidad de que Evo Morales no vaya a las elecciones de 2019.

El hecho fue denunciado por el presidente Evo Morales, quien advirtió que lo expulsaría como lo hizo con el exembajador Philip Goldberg (2008) por su injerencia en la política boliviana y su apego a las acciones separatistas.

Al respecto, el diputado Julio Huaraya afirmó que la política del Gobierno de Estados Unidos es adueñarse de los recursos naturales de un país y dividirlo.

“Sea cual sea el gobierno que ingrese, buscarán la forma de hacer caer al gobierno de nuestro hermano Morales y estamos seguros de que la Embajada norteamericana está detrás de las movilizaciones”, señaló.

En noviembre de 2017, el politólogo Iván Mérida describió a Brennan como el “estratega” para unir a la derecha, comprar a los medios, atacar a determinados dirigentes políticos, ministros y al presidente Evo Morales.

“Es el autor del operativo que terminó en la derrota del 21F. Ésas son operaciones típicas de Brennan y se comportó como un verdadero sicario político por encargo del Departamento de Estado en Bolivia“, aseguró.

Sostuvo que la presencia del diplomático es la clara muestra de que Washington nunca dejó de actuar en contra de Bolivia.

 
“Enviaron a uno de sus más nefastos hombres con la misión de dividir al Estado y derrotar la Revolución Democrático y Cultural”, dijo.

Brennan dejó la legación estadounidense en diciembre de 2017, desde entonces lo reemplaza Bruce Williamson.