El M.A.S demostró que quiere el poder mediante cualquier vía, durante estos meses bloqueó carreteras, incendió casas y buses, intentaron hacer explotar la Planta de Senkata, dejaron sin oxígeno a quienes se encontraban en terapia intensiva y convencieron a todos de que mientras tengan peso parlamentario estarán dispuestos a sabotear sin escrúpulos la economía e inviabilizar el funcionamiento del Estado. Se necesita un gobierno capaz de reestructurar la institucionalidad democrática, prescindiendo de los que cooptaron la esfera pública para imponer caprichos, generar impunidad y abusar del poder, por esa razón no es una elección en la que se desatan simpatías o adhesión incondicional, lo que está en disputa son dos visiones antagónicas que se van a confrontar en las urnas y que representan posturas concretas e irreconciliables. Carlos Mesa tiene ahora una gran oportunidad para vencer en primera vuelta y obtener una mayoría que le permita gobernar, algo que sucede porque gran parte del electorado piensa votar en contra de lo que el M.A.S representa, no está por lo tanto recibiendo un cheque en blanco y ese es un mandato que deberá saber interpretar y asumir con humildad. El tablero político dio un giro y fue justo al comenzar la etapa proselitista, demostrando que en la clase política también hay actitudes de grandeza, pues no todos son esclavos del corto plazo y la democracia puede reponerse porque hay todavía quienes persiguen intereses superiores, las reacciones fueron diversas y en consecuencia las críticas se deben sopesar con beneficio de inventario, puesto que esa renuncia corresponde a un gesto que otros no están dispuestos a imitar, aunque tengan mucho menos que resignar y poco que ofrecer. Esperemos que ahora todos colaboren para que la Presidente Jeanine Añez encamine de la mejor manera la transición en la que nos encontramos, es necesario que cese el sabotaje que la Asamblea Legislativa Plurinacional hace a la economía, la gente necesita empleo y un marco general que le permita desarrollar libremente sus actividades, la inseguridad jurídica que causa la nueva legislación es intolerable y representa el principal obstáculo en esta coyuntura. El proselitismo recién comienza y es indudable que las elecciones tendrán aún mayor intensidad, las encuestas han demostrado ser de mucha importancia, por eso las próximas semanas ordenarán las perspectivas y se podrán medir de mejor manera las reacciones, lo importante de lo ocurrido es la constatación de que las motivaciones también pueden responder a valores diferentes. La historia tiene fases de transformación, que abren ciclos trascendentes y definen el lugar que ocupan los liderazgos, sin duda el legado de la Presidente Añez será adecuadamente dimensionado, le tocó actuar en permanente crisis, pero con sus luces y sombras, será recordada por su contribución democrática y por haber sido parte de las soluciones, mientras otros se propusieron empecinados a seguir siendo funcionales a los problemas.