Soy el Dr. Marcelo Navajas Arana, médico cirujano, me presento a quienes no me conozcan y, a todos a quienes lean este artículo que lo escribo para que pueda servir como un acto de consciencia en su proceder ante las elecciones próximas a realizarse en Bolivia. Soy un ciudadano que he trabajado con ahínco y dedicación a la medicina y a través de ella servir a nuestra patria, resalto algunos de mis logros:
• Funde, junto a unos colegas, el Instituto Nacional del Tórax de La Paz.
• Fui distinguido como Maestro Emérito de la cirugía boliviana.
• Presidí y trabajé denodadamente en la Fundación Boliviana contra el cáncer.
• Fui condecorado por la “American Cancer Society”, en Atlanta en los Estados Unidos.
• Reconocido como miembro honorario de casi todas las sociedades de cirugía en Latinoamérica.
• Fui condecorado por el Congreso Nacional de Bolivia, con la medalla especial Franz Tamayo.
• Fui reconocido con la condecoración Pedro Domingo Murillo, en el 2006 por la honorable Alcaldía Municipal de la ciudad de La Paz.
• Fui Gobernador Regional del Internacional College Of Surgens (Nueva Deli, India).

Con las reflexiones que presento no quiero ganar posiciones personales o peor aún conseguir algo en beneficio propio, ya hice en mi vida, considero con humildad, algo que sirve a mi país y me he esforzado por, en situaciones de vida o muerte, poner mis mejores empeños en salvar la vida a muchos ciudadanos, esfuerzos que me hacen sentir orgulloso por la oportunidad que la vida me brindó.
Hoy, con el retiro obligatorio al que nos ha remitido la pandemia, y como un ciudadano común expreso estas reflexiones preocupado por la situación futura de nuestro país. No haré referencia a la pandemia, que como muchas otras enfermedades vino para quedarse mucho tiempo y habrá que controlarla y batallar contra ella como lo están haciendo mis colegas médicos a quienes reconozco sus denodados esfuerzos y dedicación; la pandemia al final pasará.
Hoy quiero reflexionar sorprendido por el ejercicio de la política nacional, que definirá el futuro de Bolivia y que, si todo sigue así, no nos vislumbra un futuro mejor.
Pensé que después de tanto descontento y frustración que ha dejado el accionar de personajes de la política pasada y reciente, los actuales actores habrían madurado ofreciéndonos al país un comportamiento que nos haga pensar en futuros más promisorios, y recorrer la senda de una nación más digna, respetada y anhelada, pero no, al final parece que se vuelve a posponer el país, al interés partidario, de la persona o del grupo político.
Veo con frustración, que pese al esfuerzo inicial de unidad que se intento en la fallida reunión de los líderes políticos en las semanas pasadas llevada a cabo en Santa Cruz, el accionar es el mismo de siempre, y con seguridad el resultado será el mismo, otorgándole ventajas a quien ya gobernó y mostró a donde quiere llevar el país tras 14 años de gestión.
Esta afirmación la hago sin ninguna intencionalidad oculta, pues en lo político no pertenezco a ningún partido, creo, sin embargo firmemente que no debemos seguir el camino que tomó Venezuela ( el país en su momento más rico de la región y hoy el más pobre de ella, cuya situación ha expulsado alrededor de 5 millones de sus ciudadanos repartidos en las calles de nuestra América donde sobreviven extendiendo la mano, un horror absoluto), Cuba (con una familia en el poder por casi 60 años), y sorprendentemente algunos países vecinos que parecen encaminarse por esos rumbos.
Quiero, humildemente, pedir a nuestros candidatos presidenciales, que piensen y actúen con mucha madurez y desprendimiento patriótico (parece ser que la Sra. Presidente hoy lo haría); decirles que sin unidad sus ideas, buenas intenciones y programas jamás se cumplirán. No creo que no lo sepan, porque con seguridad todos ellos son inteligentes y conocen lo que el pueblo les pide hoy.
Llamo a la Unidad a, la Sra. Janine Añez quien ha recibido constitucionalmente la presidencia de Bolivia y ha comprobado lo difícil que es gobernar con un legislativo con intereses contrarios, y que a mi modesto entender ha cometido un error al postularse a la presidencia del país, hizo todo lo que pudo en esta situación tan difícil, postergó pagos bancarios, mejoró hospitales, repartió bonos y alimentos, etc. Pero aún así no alcanza y la población pide más; a los señores Luis Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari, uno más valiente que el otro; su valentía nunca la olvidaremos, pero este valor no siempre es lo principal para gobernar, considero con humildad también, que a ambos les falta la experiencia tan necesaria para conducir el país; a Carlos Mesa, persona ilustrada quien ya gobernó el país y que representó la esperanza de cambios en el país en la elección anulada del 2019 y al resto de los candidatos.
Todos ellos les digo que solos y por separados no nos representan y sobre todo nos niegan un mejor futuro.
A los señores del MAS (representantes del proyecto del socialismo del siglo xxi), tienen que comprender que ya mostraron durante 14 años en el poder que ese proyecto no nos augura un futuro mejor, reconozco que hicieron muchas cosas como: construcción de caminos, de hospitales (aunque falto el equipamiento tan o más importante), ofrecieron bonos, cambiaron la Constitución y volvieron a cambiarla cuando les apetecía, dieron carta de ciudadanía a pueblos olvidados y marginados históricamente, etc. pero también deben reconocer que administraron la mayor bonanza económica de la historia del país, y no nos dieron un mejor futuro, su proyecto no ha generado cambios positivos en ninguno de los países de la región y es más ha generado mayor pobreza y exclusión allá donde se aplicó.
Ratifico que mi intención es defender nuestra democracia y por su puesto el porvenir de Bolivia ante todo.