Sin embargo, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, explicó a EL DEBER que esto último implicaría que Jeanine Áñez debería tener un número mínimo de votos para habilitar a sus diputados. Si es así, disolverán la alianza y nadie podrá participar en los comicios, para no perjudicar ni con un punto a que un candidato opositor al MAS gane las elecciones.

El ministro explicó más la disyuntiva con estas palabras: “hay dos caminos, pueden correr los candidatos uninominales, pero para que salga el candidato presidencial debe tener más del 3% para que valga la votación y esto podría poner en riesgo al candidato que nosotros queremos que gane, un postulante que evite el retorno del MAS. El otro camino es disolver la alianza, y en ese caso ya no estará en carrera ningún candidato uninominal. Es una decisión que se tomará en las siguientes horas”.

Cuando se le preguntó si el Ejecutivo apoyaría directamente la postulación de algún candidato, respondió que esa es una respuesta que sólo puede darla la presidenta, porque dependerá de ella.

De todas formas el Tribunal Supremo Electoral (TSE) adelantó que las papeletas de votación no sufrirán ninguna modificación, pese a la renuncia de la candidatura de Jeanine Áñez. El presidente del TSE, Salvador Romero, anunció que se espera que se oficialice la decisión mediante una notificación para analizar las acciones que asumirán, pero anticipó que la mandataria está en su derecho a declinar su aspiración.

Romero complementó que la impresión de las boletas de sufragio ya está muy avanzada, por lo que resulta imposible alterar su diseño para retirar la imagen de la mandataria y de sus candidatos a diputados uninominales.

“El proceso de impresión de papeletas está muy avanzado, esto es de información pública, por lo tanto, la impresión continuará con las características que ya tiene. No se modificarán bajo ninguna circunstancia las papeletas que ya están en proceso de impresión”, indicó la autoridad.