Francamente no creemos que la última encuesta revelada este último miércoles y que le daba a Jeanine el cuarto lugar en la preferencia ciudadana, haya sido la razón para tomar esta decisión, suponemos que los de JUNTOS ya sabían cómo estaban, no es posible que hayan estado colgados de encuestas independientes, con seguridad que tenían sus propios datos y cálculos, seguro que la proyección era a bajar más aún.

Las razones expuestas por la presidente dicen que dispersando el voto se viabiliza el regreso del MAS al poder, que en la misma encuesta y en todas las conocidas hasta hoy, ocupa el primer lugar. En la más reciente, supera el 40% y tiene más de 13 puntos sobre el segundo, lo que le permitiría ganar en primera vuelta y entrar a Palacio Quemado sin más preámbulo. Irónicamente, los opositores al MAS no pensaron en esa dispersión cuando anunciaron sus candidaturas y comenzaron sus campañas a principios de este espinoso 2020. A estas alturas, ni siquiera se pueden cerrar alianzas ni definir nuevas planchas departamentales, hasta la papeleta de sufragio ya fue impresa para muchas regiones.

Lo que debemos preguntarnos ahora es qué tanto ayuda la renuncia de Añez a no dispersar el voto. No creemos que mucho porque no es mucho el apoyo que tenía su candidatura, ademas que el voto no se delega y la gente no vota por quien el candidato que renuncia le dice. Según Jubileo, poco más del 10% de los encuestados apoyaba a Jeanine si es que se consideran los votos válidos. Habrá que ver para dónde se va ese 10%… por el ínfimo apoyo en los departamentos del Altiplano, habría más que mirar lo que sucede en el oriente ya que ese respaldo podría migrar a Luís Fernando Camacho y llevarlo al 25 %, muy cerca de Carlos Mesa que tiene 26%. No se puede olvidar que en el Beni, Añez solo le llevaba un punto al MAS y podría haber perdido en esta región. En Pando, Luís Arce Catacora está tranquilo, al igual que en La Paz, Oruro y Cochabamba. No tanto en Potosí. Lo ocurrido sí podría darle el triunfo a Mesa en Tarija donde el MAS marcha primero. Es decir, lo de Jeanine puede darle uno o dos departamentos más a Mesa, Tarija y Potosi, que sólo gana claramente en Chuquisaca. Pero si Camacho sube, hay que mirar con detenimiento lo que sucedería en la Villa Imperial ya que Marcos Pumari viene de allí y si mejora su expectativa electoral, tal vez sus coterráneos decidan apoyarlo. Recordemos que Fernando Camacho tiene consolidado su triunfo en Santa Cruz y podría aumentar su apoyo con esta renuncia. El 13% de Jeanine es más probable que migre hacia ahí que hacia Mesa que aparece con un 9% y ni pensar que se vaya al MAS. Lo regional pesa mucho… tanto el oriente como en el occidente. Y si Camacho se convierte en el articulador de una seudo alianza con los que van debajo de él, algo podría pasar, aunque sería ilógico con Mesa muy por arriba todavía.

No se puede descartar aquello del “voto útil”, el mismo que en octubre del 2019 encumbró a Carlos Mesa pero con una diferencia muy clara, no habían candidatos con la preferencia de Fernando Camacho y Jeanine Añez. Al parecer en la oposición todavía hay mucho para ver y seguramente se volverán a hacer mediciones y si los porcentajes de Jeanine Añez se mueven hacia Camacho, no creemos que haya un solo candidato ni una sola opción en la oposición.