Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: miércoles 16 de septiembre de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y varias entidades especializadas en la promoción del debate político exteriorizaron re- flexiones acerca del estado de la demo- cracia, así como de sus proyecciones en un momento particular de la historia de la humanidad, pues la pandemia del coronavirus desató una crisis de varias aristas, así como ha desafiado a los valo- res básicos que sustentan las libertades ciudadanas y el estado de derecho.
Pues bien, esta preocupación glo- bal se expresó con mayor notoriedad en ocasión del Día Internacional de la Democracia, que se celebra cada 15 de septiembre desde 2008, a ins- tancias de una decisión de la Unión Interparlamentaria, que fue asumida en 1997 para revalorizar los princi- pios que sustentan el ejercicio de las libertades ciudadanas y a los gobier- nos que las respetan. Este año, las de- claraciones apuntaron a los procesos electorales en curso y a las desigual- dades sociales que la emergencia sa- nitaria global agudizó.
Para los organismos especializa- dos de la ONU es fundamental que todas las medidas que se adoptaron para contener la expansión del vi- rus se ejecuten en el marco del esta- do de derecho y sin perder de vista la protección a los derechos humanos y políticos, incluidos en la libertad de elegir a los gobernantes. En el caso regional, se han postergado unos 12 procesos electorales, siendo uno de los casos más emblemáticos el de Bo- livia, donde las actuales tensiones po- líticas se han originado en la decisión de un caudillo de per-
petuarse en el poder. De hecho, la lega- ción permanente de la ONU en Bolivia, a través de un comuni- cado, celebró la certe- za que a estas alturas tiene el país para po- der ejercer el derecho a elegir a sus autori- dades. Además, como no había ocurrido en 2019, el organismo internacional ratificó su confianza en el Tri- bunal Supremo Electoral (TSE) para el desarrollo de unos comicios transparentes, pacíficos e incluyentes. Este gesto no es menor y tiene un peso histórico.
También se ha conocido una poten- te reflexión transcrita en la declara- ción “Cuidemos la democracia para que no sea víctima de la pandemia”,suscrita por la Fundación Henrique Cardoso (expresidente de Brasil), Idea Internacional y la Fundación Demo- cracia y Desarrollo. En este texto, es- tas organizaciones exhortan a los paí- ses “a repensar el valor de la política y la democracia para (…) revisar concep- ciones y prácticas de gobierno y actualizarlas con la perspectiva de dotarlas de nuevas herramientas que permitan gober- nar eficazmente las sociedades complejas del siglo XXI”.
Además, estas en- tidades —especializa- das en la promoción del debate político y el diálogo intercultu- ral— señalan que, en el contexto actual, fuertemente afectado por las decisiones gu- bernamentales para enfrentar la pandemia, “la democra- cia representativa puede y debe ser perfeccionada, a empezar por los par- tidos, pero no reemplazada”.
Es así que esta postura cobra un sentido de jurisprudencia regional. En el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), el caso Petro-Urrego vs. Colombia (20 de
julio de 2020), que establece que “La democracia representativa es uno de los pilares de todo el sistema del que la Convención, forma parte y constituye un principio reafirmado por los Esta- dos americanos en la Carta de la Orga- nización de Estados Americanos”.
Pero la representatividad política, constituida por el valor del voto ciu- dadano, ha sido amenazada en varios contextos sociales y políticos, pero por el efecto de las desigualdades so- ciales y una “ciberpolicía agresiva” que, entre otras cosas, llegó a atentar contra las libertades de expresión.
La crisis, según la declaración di- vulgada en Bolivia por Idea Interna- cional, “representa un campanazo de alerta que demanda la necesi- dad de impulsar medidas dirigidas a superar los actuales niveles de desigualdad, pobreza e informali- dad, los cuales constituyen no solo el principal obstáculo al desarro- llo, sino también el caldo de culti- vo para las soluciones populistas y/o autoritarias. Constituyen también el caldo de cultivo de la violencia criminal organizada, una amenaza real y creciente que debe ser com- batida con los instrumentos legales del Estado democrático de derecho”.