El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), José Luis Exeni, en declaraciones a Efe indicó que se trata de "una posibilidad" y que "no es un mandato", por lo que la aplicación deberá constar de una propuesta técnica sólida y un proceso de generación de confianza.

La norma que actualmente pasó al Senado para su consideración después de su aprobación hace algunos días en la Cámara Baja, en medio de la denuncia de parlamentarios de oposición que consideraron que ello abre la posibilidad a un posible fraude, según manifestaron.

Al respecto, Exeni insistió en que "la única posibilidad de implementar el voto electrónico es cuando haya plena confianza" y descartó una potencial aplicación inmediata de la disposición.

"No va a haber el voto electrónico en las próximas elecciones - del 2019 - será algo que habrá que construirlo para más adelante", reafirmó el vocal electoral arguyendo que se trata de una decisión asumida por el ente electoral boliviano.

Exeni manifestó que lo ideal sería manejar plazos amplios en los que no exista la cercanía de ningún evento electoral y que genere la posibilidad de un "debate público razonable".

Indicó que la propuesta está relacionada, primero, a extender los derechos políticos de los ciudadanos bolivianos que residen fuera del país y, segundo, que tiene un componente logístico y de costos.

"El voto en el exterior es muy costoso", apuntó el vocal electoral quien además estimó que la logística puede hasta quintuplicarse en relación a los montos que se manejan en Bolivia.

La propuesta normativa establece la implementación del voto electrónico únicamente en el exterior y no en el país donde funciona el voto manual, al que consideró como parte de la "tradición democrática".

El gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), que es mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado, defiende las medidas que modificarán no solamente algunos registros informáticos, sino también algunas partes de la normativa migratoria.

El argumento apunta a atender los problemas de la vida cotidiana de los ciudadanos en el exterior, donde además se establece la posibilidad que los hijos de bolivianos asuman la nacionalidad de sus padres sin necesidad de llegar hasta Bolivia.

Por su lado, los partidos de oposición han cuestionado las reformas, principalmente la que se relaciona al voto electrónico, bajo la consideración de que abre la posibilidad de una supuesta manipulación de la votación.

En el referéndum del 21 de febrero de 2016 emitieron su voto los residentes bolivianos en 33 países, universo que se prevé pueda extenderse en la celebración de los próximos comicios.