En Bolivia, Morales está acusado de terrorismo por haber ordenado cercar las ciudades en noviembre del año pasado; de fraude electoral porque fue el beneficiario de la manipulación del voto en octubre de 2019; de usurpación de funciones por haber inaugurado una obra vía virtual sin ser autoridad y, por si fuera poco, de estupro por haber mantenido una supuesta relación con una menor de edad. A estas denuncias hay que sumarle la acusación presentada por el Gobierno ante la Corte Penal Internacional (CPI) por el bloqueo de carreteras que los sectores del MAS protagonizaron en agosto, impidiendo el paso del oxígeno y otros insumos médicos para los enfermos de Covid-19. 

Después de  los hechos de octubre y noviembre del año pasado, la estrategia confrontacional del exmandatario derivó en el surgimiento de un ala concertadora dentro de su partido, sin embargo, sus integrantes no llegaron a la ruptura y, por el contrario, conviven con el evismo para preservar sus intereses. 

Sin embargo, cuando se notó la incomodidad de algunos mandos medios y cierta distancia del candidato presidencial Luis Arce fue cuando se descubrió la relación de Morales con una joven de 19 años. El caso es que, según el gobierno de Jeanine Añez, la relación empezó cuando la muchacha era menor de edad, por lo que instauró una demanda por estupro ante la Fiscalía.

 Arce se ubicó a moderada distancia de la denuncia al señalar que “es un tema estrictamente personal que tendrá que ventilarse en las instancias que corresponden” y que no afecta a la campaña porque no es un asunto del MAS.

Y, lo que terminó de perjudicar al MAS fue el bloqueo de agosto, que fue repudiado sobre todo en las ciudades. Morales alentó la protesta desde sus redes sociales y eso generó disidencias internas.

El expresidente de la Cámara de Diputados Víctor Borda, por ejemplo, dijo que el ciclo de Evo terminó. “Prácticamente Evo Morales ha sido relegado por la figura de Luis Arce y estas denuncias tendrá que asumir el expresidente y asumir su responsabilidad (…) concluyó su ciclo (en el MAS) y aparecen nuevos líderes, nueva imagen, esos líderes son Arce, de aquí a cinco años tal vez estamos hablando de Adriana Salvatierra, Andrónico (Rodríguez) y otros líderes que están emergiendo de esta coyuntura muy difícil, muy dura”, comentó a radio Panamericana.

En medio de estos vaivenes internos, la justicia paceña enterró la pretensión de Morales de convertirse en primer senador por Cochabamba. Frente a eso, orgánicamente el MAS y también Morales decidieron acatar el fallo para no generar más conflictos que puedan poner en duda el proceso electoral. Se podría decir que el MAS dejó en segundo plano el cargo para el jefe por un bien mayor.

Si bien Evo Morales está refugiado en Argentina, hasta ahora ha sido el protagonista de la campaña del MAS, algo que sin duda perjudica al binomio de Luis Arce y Choquehuanca porque su sombra no le permite despegar.

Es probable que Evo Morales sea un factor importante para mantener cohesionado el voto duro del partido, sin embargo, al ser una figura confrontacional y al estar en duda su ética por sus relaciones con jovencitas, se ha convertido en un lastre para el MAS. 

Si bien Luis Arce encabeza las encuestas, está muy lejos de los niveles de votación que solía tener el MAS en el pasado. Todo indica que los factores analizados le impedirán, en lo que resta del proceso electoral, reconquistar el voto de la clase media y de las ciudades.

Si Arce se impone finalmente en las urnas será por la tozudez de sus oponentes, que han decidido preservar sus pequeñas parcelas de preferencia electoral ocasionando la dispersión del voto antimasista.