Tanto es así, que el expresidente del Estado, Carlos Mesa Gisbert, expresó ayer que era necesario tomar posición ante las elecciones judiciales. "Quedan, por tanto y dentro del ejercicio libre de mi voto, tres caminos: el voto válido, el voto blanco y el voto nulo. Me decido por el voto nulo", señaló de manera contundente.

Según la exmagistrada del Tribunal Constitucional y presidente del Colegio de Abogados de Chuquisaca, Silvia Salame, el hecho estriba en que el proceso de  elección de máximas autoridades judiciales en su etapa previa, cuando se elaboró el reglamento de preselección, no puso límites al número de votos mínimos que debe tener el magistrado a ser elegido por voto popular, lo cual compromete la legitimidad de dicho proceso.

"Es que no se ha puesto un tope de un mínimo de votos que deben tener los ungidos por voto popular como magistrados. Eso pone en duda la legitimidad, si es elegido o ganen con un número ínfimo de voto frente a un voto mayoritario, lo cual es un peligro para la democracia", señaló Salame.

Sin embargo, según la normativa electoral queda claro que el voto nulo no ingresa a ser tomado en cuenta a la hora del conteo o escrutinio, a menos de una referencia simbólica. Para Jorge Lazarte, politólogo, el voto nulo existe en todas partes y no precisamente llama la atención, pero en el caso de Bolivia, luego de las primeras elecciones judiciales del 2011, ha logrado tener una relevancia, cuando magistrados resultaron siendo electos con un voto ínfimo ante una “expresión masiva” del voto nulo. "En un proceso electoral, algo que el TSE no quiere reconocer, el voto nulo expresa la voluntad del elector, con el mismo rango del voto en válido y el blanco. Las tres expresan la voluntad popular, por tanto eso está en la ley", refirió Lazarte.

En duda el grado de legitimidad. En relación a la cuestionada campaña del voto nulo que se desató el fin de semana sobre todo en La Paz y Santa Cruz, la constitucionalista Magda Calvimontes señala que para dicha iniciativa "no existe ninguna norma que lo prohíba”.  "Era más fácil enfrentar al dictador de fusil y derrocarlos, que la dictadura que manejan todos los órganos del Estado sin respetar la separación de órganos conforme el mandato del artículo 12 de la CPE (Constitución Política del Estado", argumentó.

Por su parte, en contacto con medios estatales, Jorge Silva, político y concejal del MAS en La Paz, señaló que la campaña solo tiene el objetivo de evitar el proceso del 3 de diciembre de parte de la oposición. “Están desplegando una campaña en zonas alejadas y rurales para boicotear este proceso. No les importa la justicia y el cambio de la justicia de nuestro país”, enfatizó.

Sin embargo, María Isabel Moreno, presidente del Colegio de Abogados de Bolivia, destaca que  la importancia del voto nulo radica en que este será el indicador de la aceptación o rechazo no solo de los candidatos, sino del partido de gobierno. "Es una manera de resaltar el rechazo a una elección que ya viene viciada debido a que la preselección de los candidatos no fue transparente y basada en la meritocracia. Todos los candidatos tienen la venia del MAS para haber llegado hasta allí", finalizó.

Punto de vista

'El MAS solo busca con esto garantizar su reelección'

Iván Arias
Analista político

"La campaña del voto nulo, en el caso de la elección judicial, es una forma democrática de expresar rechazo no a un candidato en particular, sino a un proceso donde el MAS ya ha elegido a los candidatos. En ese ámbito,  si creemos que la justicia después del 3 de diciembre va a ser imparcial, quizá votemos por uno de ellos, sin embargo, todos los bolivianos sabemos que no va a cambiar nada. 

Seguirá la corrupción, que la justicia seguirá en favor de los ricos y favoreciendo a los corruptos. Por eso decimos que votar por un candidato es un voto inútil, por lo cual no queremos ser cómplices.

Esta expresión, es un rechazo al proceso y por el cual se abrió una campaña ciudadana en todo el país. Es un reto para retar, dado que no se trata de elegir angelitos".