La justicia no puede seguir siendo instrumentalizada de manera engañosa (hay decenas de denuncias) para conseguir votos, cuando los ciudadanos ya conocen el estado deplorable del Poder Judicial. Poder que necesita una cirugía mucho mayor que no ha sido expuesta por los candidatos.
El TSE debe controlar y ser oportuno en no permitir que se usen los bienes y recursos del Estado (ciudadanos) en campaña electoral. La clase política debe mejorar su calidad, abordando cómo el país saldrá de la crisis económica (no se refiere a bonos) y de institucionalidad mediante una revolución profunda.