Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: miércoles 09 de septiembre de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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La referida empresa encuestadora fue una de las que daba como ganador en primera vuelta a Evo Morales y por esa razón tiene varios antecedentes de un desempeño cuestionable, que todavía no han sido aclarados y que se pueden identificar comparando el trabajo desarrollado en las pasadas elecciones del 20 de octubre de 2019 y sus actuaciones durante el referéndum del 21 de febrero de 2016. Las únicas encuestas que en las últimas elecciones nacionales se acercaron a la realidad, fueron las elaboradas por la Fundación Jubileo y la Universidad Mayor de San Andrés, estas no tuvieron la autorización para ser publicadas, toda vez que se impuso la postura arbitraria e interesada del Órgano Electoral, que impidió obstinadamente su difusión. Esa censura indudablemente no fue una casualidad, hubo una distorsión de la realidad durante ese proceso electoral, que deliberadamente afectó la información que recibia la población y esto es injustificable porque toda encuesta que tenga rigor técnico y ética en su procesamiento, tiene un margen de error muy pequeño y por ello deberían ser coincidentes todas las que se implementan, a menos que los intereses sean otros. El 2019 los resultados ofrecidos por las encuestadoras fueron tan dispares, que por ejemplo Viaciencia daba a Evo Morales una victoria en primera vuelta, con una diferencia de 21 puntos sobre el candidato Carlos Mesa, mientras que Tú Voto Cuenta señalaba en la misma fecha, que la distancia entre ambos candidatos era de solo el 5,3 puntos. Toda encuesta es una estimación, pero en Bolivia fueron herramientas del fraude electoral y un mecanismo para manipular el voto y ocultar las escandalosas distorsiones derivadas de los delitos electorales que se cometieron, un aspecto que no se investigó hasta ahora y por el que consecuentemente nadie rindió cuentas, aunque se pudo saber en algunos casos, quienes eran los propietarios de algunas empresas y los antecedentes de injerencia política que había. Se debería esperar un poco antes de sacar conclusiones, sobre todo porque a causa del distanciamiento social y la cuarentena, las de Ciesmori esta vez fueron hechas a través de llamadas por teléfono y a diferencia de otros países, los registros de las telefónicas no son de acceso libre y en ese contexto la metodología resulta dudosa, mientras no exista la posibilidad de comparar estudios y hasta que no se aclaren algunos aspectos técnicos. Lo que se constata es que buena parte del electorado, rechaza la posibilidad de que regrese al gobierno el partido de Evo Morales, también como ocurrió el año pasado un porcentaje considerable sigue indeciso, sin embargo eso no significa que el día de las elecciones, esos ciudadanos vayan a votar expresando sus preferencias en la misma dirección y proporción, en la que lo harán quienes ya tendrían decidido su voto, no ocurrió así el 2019 y no existe ninguna certeza de que sea diferente el 2020. Es altamente probable que el denominado voto útil termine definiendo el resultado, por eso las encuestas afligen tanto a los políticos e interesan en demasía a los electores, no siempre se vota a favor de un candidato, en esta coyuntura es muy probable que lo decisivo sea el rechazo a determinada fuerza política, por eso la siguiente encuesta con seguridad aumentará la intensidad electoral e irá aclarando las preferencias.