La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, envió unas cartas a los secretarios generales de la ONU, António Guterres, y de la OEA, Luis Almagro, además del presidente del Consejo Permanente de la OEA, Luis Fernando Cordero.
En las cartas, difundidas este viernes por la Cancillería boliviana, Longaric hace conocer "declaraciones y acciones que han llevado adelante autoridades del Gobierno de Argentina en relación al proceso electoral boliviano" previsto para el próximo 18 de octubre.
Las misivas indican que en agosto pasado el subsecretario de Obras Públicas de Argentina, Edgardo Depetri, publicó en redes sociales que se reunió con el expresidente y se comprometió a fortalecer la participación de migrantes bolivianos en las elecciones generales para que "Bolivia vuelva a ser un país libre y democrático".
"El Gobierno de Bolivia considera que las declaraciones de estas autoridades del Gobierno de Argentina reflejan una clara intención de injerencia en los asuntos internos del Estado Plurinacional de Bolivia", expresa.
Además indica que tanto el órgano electoral como el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez ya manifestaron su preocupación por esta clase de declaraciones, pero aún no fueron respondidos.
"El Gobierno de Bolivia debe velar por los derechos de los bolivianos en el exterior del país y, entre ellos, el derecho al ejercicio del voto libre; sin embargo, la injerencia de funcionarios del gobierno argentino pone en duda la transparencia de las elecciones bolivianas en Argentina", señalan las cartas.
No es la primera vez que un poder del Estado boliviano protesta ante Argentina desde que llegó a ese país en diciembre pasado Evo Morales, quien desde Buenos Aires ejerce de jefe de campaña de su partido el Movimiento al Socialismo (MAS) para los comicios en Bolivia.
El Gobierno transitorio de Jeanine Áñez ha presentado varias quejas al país vecino, por lo que considera injerencias en asuntos internos bolivianos.
Los comicios generales bolivianos están pendientes desde la anulación de los celebrados en octubre de 2019, en los que Morales fue declarado vencedor entre denuncias de fraude a su favor, aún bajo investigación judicial.
Morales anunció su renuncia denunciando que era forzado por un supuesto golpe de Estado en medio de presiones de militares y policías, entre otras, para privarlo de su cuarta victoria electoral consecutiva y sacarlo del poder tras casi catorce años al frente del país.