Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: martes 01 de septiembre de 2020
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
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El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, considerado el “hombre fuerte” del Ejecutivo, está con el perfil bajo en los últimos días. Se dejaron de escuchar sus “duras” declaraciones contra los adversarios de Jeanine Añez y contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE), actitud que, para los expertos en análisis político, es una estrategia para no perjudicar la candidatura de la Presidenta del país.
“Señor Carlos Mesa, sólo ataca a la presidenta Jeanine Añez. Nunca a Evo (Morales) y nunca a (Luis) Arce. Mesa no quiere la unidad de los rivales del MAS. Mesa quiere el beneficio de Evo, MAS beneficio del que recibió los últimos 14 años, no durará su sirwiñacu nuevamente señor”, decía Murillo el 26 de julio a través de su cuenta en Twitter.
El 9 de junio, cuando los casos de la Covid-19 se incrementaban de forma alarmante en el Chapare, bastión de Morales, Murillo sostuvo: “El señor Evo Morales está mandando a morir a su gente, eso es irresponsable, yo le pido por favor no haga, no mate gente inocente, no mate campesinos inocentes”.
También el TSE fue blanco de las palabras del Ministro de Gobierno. El 4 de agosto, Murillo pidió a los vocales que den la cara y asuman su responsabilidad por haber movido la fecha de las elecciones.
“Así como tuvo la valentía de poner como fecha 6 de septiembre y después cambió al 18 de octubre, hoy día que salga y diga que se va hacer el 18 de octubre o se va hacer el 10 de octubre, va a ser el 20 o cuándo se va a hacer. Que ponga de una vez por todas la cara al pueblo y se comprometa a algo, que se comprometa con claridad”, aseguró.
Sin embargo, sobre el último escándalo que estalló a raíz de las denuncias de la presunta comisión del delito de estupro contra Morales, el Ministro de Gobierno se abocó a utilizar sus redes sociales para replicar los pedidos de Añez de que la justicia investigue, procese y castigue al exmandatario. Pero no está en la primera línea respecto al caso.
Al respecto, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, informó a Página Siete que por una cuestión técnica y jurídica es el Ministerio de Justicia que debe abocarse a este tema y no el Ministerio de Gobierno.
“El Ministro de Gobierno tiene varias tareas a su cargo, vinculadas a la coordinación de la lucha contra la Covid en Santa Cruz, a la Policía y a su cartera de Estado. Al ser un tema de contenido técnico jurídico es que se ha encargado al Ministerio de Justicia a través del Ministerio de Transparencia para que encaren las acciones legales que correspondan”, afirmó la autoridad.
Santamaría precisó que Murillo está desarrollando sus actividades con total normalidad. En las últimas jornadas, estaba cumpliendo su tarea en Santa Cruz, en el marco de la atención a la lucha contra la Covid-19 y acompañando a la presidenta Añez en la entrega de obras.
Los analistas políticos Carlos Cordero y Marcelo Silva coinciden al afirmar que Murillo es el “hombre fuerte” del gobierno de Añez, quien en varias ocasiones -explicaron- manejó un fuerte discurso contra los adversarios políticos de la alianza Juntos, y quien, además, es una pieza prácticamente inamovible del Ejecutivo.
“Arturo Murillo es uno de los hombres más polémicos y una de las figuras más destacadas del gobierno de la presidenta Jeanine Añez. Es el que más estabilidad tiene, porque ha estado desde el principio, parece ser inamovible en la estructura del gabinete de Añez. Está encargado de los temas más sensibles de política y no me extrañaría que sea uno de los responsables de cierta estrategia política”, afirmó Cordero.
El analista asemejó el rol de Murillo con el que tuvo Juan Ramón Quintana, quien fue el ministro de la Presidencia del gobierno de Morales. “Quintana fue un hombre fuerte, fue el de las declaraciones polémicas, tenía el mismo rol que ahora juega Murillo y hoy Quintana está pidiendo a gritos un salvoconducto”, aseguró.
Para el analista Marcelo Silva, la retirada de Murillo del ámbito público obedece a una estrategia en función de la candidatura de la presidenta Añez porque, al ser el “hombre fuerte” del Gobierno, genera una imagen contraria y resta el afecto de la opinión pública.
“Murillo ha estado sobreexpuesto mediáticamente y le ha tocado ser el vocero de las cosas duras y mostrar el perfil duro del Gobierno, por lo tanto, este perfil tiene que cambiar porque estamos en plena campaña electoral. Seguramente a Murillo se le ha pedido que se retire estratégicamente de comentar temas que pueden tener impacto electoral”, afirmó Silva.
Ayer, Murillo estuvo al lado de la presidente Añez en un acto oficial en Santa Cruz, oportunidad en la que Añez aprovechó para pedirle a Carlos Mesa que no sea “tibio” y se pronuncie sobre las denuncias contra Morales.
“A veces están preocupados por su silencio, e incluso por su estado de salud, pero quiero decirle que el Ministro de Gobierno está totalmente sano y desarrollando las actividades que corresponden”, aseguró el viceministro Santamaría.