Conseguir más desunión con miras a lograr mayor confrontación; es decir, crear las condiciones para una guerra civil sin importar costos ni modos ni medios para llegar a objetivos que satisfagan la vanidad, egolatría e instintos criminales de quienes dirigen esta especie de virus que acoplándose al coronavirus, parecería que busca la destrucción del país. Pero, la verdad es que el pueblo ya está convencido de que buscando la desunión se pretende que rivalicen los diversos departamentos del país y se enfrasquen en luchas fratricidas. Quienes pretenden enfrentar a los bolivianos casi es seguro que fracasen, porque en la mayoría de la población hay el convencimiento de que la desunión solo consigue ahondar los racismos, odios, complejos y sentimientos de revanchismo para complacer a quienes no solo actuaron como dictadores sino como tiranos sometiendo al pueblo a su voluntad.

Es urgente que el gobierno, conjuntamente las organizaciones políticas conscientes y responsables, las instituciones de diversa índole que están acostumbradas a la paz y la concordia concuerden con la mayoría de la población que busca condiciones de solidaridad y armonía entre los bolivianos. Que se evite que las fuerzas extrañas y propensas a conseguir más división y discordia logren sus propósitos. El país ha sufrido mucho por el accionar de quienes ambicionan el poder y que para conseguirlo no trepidaran ante nada y, como poseen mucho dinero, propio y procedente del narcotráfico, gastarán tanto cuanto sea necesario para lograr sus propósitos, pero bajo la condición de conseguir la división de los bolivianos, condición más apropiada para la confrontación y hacer realidad lo que se cree que es decisivo: dividir para reinar.