“Muchos querían que la Presidenta reprima los bloqueos a fuego y sangre; lo pedían en comunicados, en las redes, en todas partes… Algunos grupos cívicos dieron un plazo para que Jeanine despeje las carreteras. La quería mostrar como débil e indecisa… pues bien, se equivocaban. La Presidenta tenía razón y ellos no”, dijo en una entrevista con un programa de televisión.Estos bloqueos perjudicaron el aprovisionamiento de oxígeno de los hospitales en los que se atiende a los enfermos de la covid-19, causando la condena unánime de la población, la iglesia, los medios de comunicación y diversas organizaciones internacionales.
“El gobierno logró levantar los bloqueos solamente mostrando a la población el perjuicio que estos causaban, y dejando que la presión de la opinión pública tenga efecto sobre el MAS, sin disparar ni un gas”, explicó Doria Medina.
El presidente del TSE, Salvador Romero realizó gestiones junto a la Iglesia Católica y los organismos internacionales NNUU y Unión Europea, para que los movilizados replieguen sus actividades y buscando que el legislativo apruebe una ley para confirmar la fecha de los comicios el 18 de octubre.
“Si la Presidenta caía en el juego de los desesperados y de los conspiradores que querrían que metiera la pata, e intervenía por la fuerza los bloqueos, se hubieran borrado las responsabilidades del MAS, los campesinos se habrían radicalizado y seguirían en las carreteras, la transición boliviana se hubiera desprestigiado a nivel internacional, en fin, se hubiera actuado a favor de los intereses de quienes buscan desestabilizar la democracia boliviana”, explicó Doria Medina.
El candidato recordó lo que pasó en 2003 bajo el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, cuando más de 60 personas murieron en las acciones militares de desbloqueo.
“Una vez más, Añez ha demostrado que sabe capitanear el barco en medio de tormentas. Unas veces poniéndose firme; otras veces, flexible, de acuerdo a las circunstancias, pero logrando siempre el objetivo de pacificar y de cuidar las libertades”, concluyó.