La aparición de grupos irregulares armados en el trópico, la zona andina de La Paz, Yapacaní y en Cochabamba, así como el resurgimiento de radicalismos como los del Comité Cívico Pro Santa Cruz y de sectores aymaras liderados por Felipe “Mallku” Quispe, muestran un nuevo rasgo de la crisis político y social del país, consideran analistas políticos. Pero no sólo hubo grupos irregulares vinculados al Movimiento Al Socialismo (MAS).
En algunas ciudades, también reaparecieron los denominados “Resistencia”. Ante la asfixia sanitaria y económica por los bloqueos, en algunas regiones resurgieron colectivos de ciudadanos para enfrentar la arremetida masista e intentar rehabilitar la circulación vehicular que transporta oxígeno y regular el abastecimiento para la población.
Se hizo notoria la aparición de estos grupos radicales en Santa Cruz y Cochabamba, además de estar preparándose grupos de jóvenes en Tarija, Pando y La Paz. Unos identificados por ser parte de la Central Obrera Boliviana (COB), el Pacto de Unidad, cocaleros del Chapare y juntas vecinales de El Alto; en la vereda del frente, comités cívicos, jóvenes de clase media agrupados en grupos denominados Resistencia Juvenil, específicamente, dispuestos a confrontar las acciones violentas de los primeros con otras acciones violentas.
La politóloga Patricia Velasco explica que hay una tendencia clara de que los conflictos se están volviendo más activos y potencialmente más violentos. Las formas pasivas de conflictos (huelgas, paros, declaratoria de estado de emergencia) se han ido reduciendo respecto de las formas activas: bloqueos, marchas y manifestaciones, tomas y otras.
El doctor en Ciencias Políticas Marcelo Arequipa sostuvo que este conflicto pone nuevamente en evidencia la polarización que hay en el país.
“Las fracturas sociales son muy fuertes, esta fractura de clases social, media versus sector popular, oriente contra occidente, lo urbano contra lo rural, están hoy día todo el tiempo chocando y toda la clase política en general lo que hace es profundizar los conflictos pero mediante la anulación del otro”, indicó.