“¿Por qué Jeanine Añez es candidata? Porque la arrogancia de Carlos Mesa le impide mirar al oriente. No admite que Santa Cruz es un factor determinante político, económico y social”, remarcó el vicepresidenciable de Juntos.

Hace tres días, Doria Medina ya le había reprochado a Mesa su carencia de arraigo en el resto del país que no sea el occidente. Había tuiteado “Mesa es un intelectual occidental, carente de norte, de sur y de oriente. Su antiguo desafecto por Santa Cruz bloquea el vínculo con esa región clave”.

Un día antes, en una entrevista con CNN, Mesa había reclamado nuevamente contra la candidatura de la presidenta transitoria; el candidato de CC reiteró que la postulación de Añez “es un grave error para la estabilidad del país”, aunque tampoco pasó a pedirle a que renuncie a su aspiración.

 Para Doria Medina, sin embargo, lo dicho por Mesa fue suficiente para acusarlo de querer a Añez “fuera de la contienda” electoral, añadiendo que la disputa entre Mesa y Añez es por el voto contrario al Movimiento Al Socialismo (MAS), pues “Mesa ya no es beneficiario del voto-rechazo al MAS del 20-O (20 de octubre)”.

 El viernes, en su cuenta de Twitter, Doria Medina añadió otro factor al debate entre los dos candidatos opositores al MAS: odiada o querida, Añez es una “realidad nacional”, a lo que Mesa ni siquiera ha llegado: “Jeanine, aceptada o no, es una realidad nacional. Mesa no”.

Hora y media después, también el viernes, el candidato Mesa posteó en su cuenta de Twitter un habitual video-mensaje a la ciudadanía. No hace alusión al nuevo ataque de Doria Medina, lamentando más bien que los bloqueos continúen, por la —afirma— desconsideración del MAS con la ciudadanía y que “el gobierno (de Añez) no ha estado a la altura del desafío”.