Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: domingo 13 de mayo de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Demandas
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
“Al Palacio hemos llegado no como inquilinos, no de paso, hemos llegado para toda la vida, con Evo o sin Evo vamos a estar toda la vida, hemos recuperado el poder político”, manifestó en la inauguración del IX Jach’a Tantachawi (gran encuentro) del Conamaq que se desarrolla en la ciudad de Llallagua del departamento de Potosí.
En 2006, Morales se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia y el instrumento político que lidera, el Movimiento Al Socialismo (MAS), ganó en la última década ocho veces en las urnas, entre elecciones y revocatorios, con más del 50 por ciento.
En su discurso, Morales advirtió que la derecha política de Bolivia intenta dividir al movimiento indígena que lidera, sin embargo, aseguró que ese sector nunca será servil a los políticos de oposición.
“Conamaq no es ningún ‘chitaco’ (servil), esos ‘chitacos’ irán detrás de la derecha. Con orgullo, con dignidad, con identidad, aquí están los pueblos originarios para seguir garantizando nuestro proceso de cambio”, sentenció.
Morales pidió al sector indígena, al que denominó “la madre de las organizaciones”, mantenerse unido en defensa de la soberanía de Bolivia.
Sin peleas
“Muchas felicidades, les deseo mucha suerte, que seamos como originarios milenarios, modelo de organización. No debemos pelearnos ni dividirnos, el Conamaq (tiene que ser) ejemplo modelo, enseñar cómo son los milenarios, se logra por consenso, por unanimidad, porque en la democracia originaria no hay mayorías, ni minorías”, dijo.
En ese encuentro, que se extenderá hasta este domingo, el movimiento indígena evaluará la gestión de sus representantes.
Límites
Aunque la Constitución, aprobada en 2009, no le permite postularse una vez terminado su segundo mandato en 2019, el Presidente ha señalado en varias oportunidades su intención es seguir.
En 2017, comparó su situación con la canciller alemán, Angela Merkel, que fue reelecta para su cuarto periodo. Luego, el ministro de Justicia, Héctor Arce, fue a la Organización de Estados Americanos para defender el derecho humano del presidente a postularse. En diciembre de 2016, el congreso del MAS planteó cuatro alternativas para la tercera reelección de Morales y cuarto mandato.
Las opciones fueron: la renuncia anticipada, la reforma del artículo 168 de la Constitución (CPE), la reforma parcial de la Carta Magna y la interpretación de la CPE en el Tribunal Constitucional. Las alternativas cobraron fuerza tras la primera derrota de Morales el 21 de febrero de 2016. El 29 de septiembre, el Tribunal Constitucional admitió la acción abstracta del artículo 168 para la repostulación de autoridades que cumplen su segundo mandato.
ANÁLISIS
“Es ingenuo pensar que Evo deje el poder”
ROLANDO TELLERÍA ANALISTA POLÍTICO
Las señales de que no dejaran el poder democráticamente son inequívocas, pues las pretensiones de mantenerse “de cualquier forma y a cualquier costa” están cotidianamente presentes. No sólo en el manejo arbitrario y discrecional de las reglas democráticas, sino también de sus arengas y alocuciones.
El Vicepresidente, por ejemplo, señaló que estarían “dispuestos a defender el proceso de cambio en las calles”. Hace poco, un tenebroso dirigente cocalero señaló que “jamás entregarán el Estado Plurinacional a la derecha”. Ni hablar del Presidente que, cuando ve oportuno, arenga que “no son inquilinos ni están de paso por el palacio”. El mensaje es claro: si pierden en las urnas defenderán el proceso en las calles, con las milicias cocaleras a la vanguardia. Está claro que en la intención de mantenerse en el poder subyace la irreversible pérdida de hegemonía. Las urnas, en ese sentido, ya no se constituyen en sus principales aliados. Fue ese terrible temor a las urnas lo que les obligó a habilitar al caudillo a la re-re-repostulación de manera directa, soslayando al soberano, pues su derrota hubiera sido aún más categórica. Sin embargo, como sostiene Norberto Bobbio en su “canonizado” libro “El futuro de la democracia”: en aquellos Estados donde los derechos de libertad y participación han sido reconocidos, la posibilidad de retrocesos a regímenes autoritarios es difícil.