Medio: El Deber
Fecha de la publicación: jueves 13 de agosto de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Las proyecciones de Covid-19 de IHME se desarrollaron en respuesta a las solicitudes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington y otros sistemas hospitalarios y gobiernos estatales de EEUU que trabajan para determinar cuándo el Covid -19 abrumaría su capacidad para atender a los pacientes. Los pronósticos muestran la demanda de servicios hospitalarios, muertes diarias y acumuladas por Covid-19, tasas de infección y pruebas, y el impacto del distanciamiento social, organizados por país y estado (para ubicaciones seleccionadas).
La proyección de muertos en Bolivia para octubre 18 de 2020 es de 8.988 personas (o sea estaremos más que duplicando la cantidad de muertos que hay actualmente (al 9/8/2020) que es de 3.687). Al Observar bien la curva de muertos por Covid, nos muestra una pendiente o tasa de crecimiento positiva para 18/11/2020 (>0), ¡recién para diciembre (con más de 10,371 decesos) estaremos aplanando la curva de muertos.
La fijación de la fecha de elecciones presidenciales para el 18 de octubre próximo nos pone en peligro no solo a la salud del pueblo boliviano por los posibles contagios, sino también a la estabilidad democrática de Bolivia debido a la alta tasa de ausentismo esperado (en República Dominicana, con un padrón similar al nuestro, se obtuvo un 45% de ausentismo en las recientes elecciones) que pondría en duda la legitimidad de todo el proceso electoral.
Actualmente se percibe una cierta debilidad del gobierno, quien sabe por el doble rol de candidato y gobernante transitorio de la presidente Jeanine Añez, para enfrentar con decisión al bloqueo masista, lo cual ha provocado que tras su reunión en Cochabamba los comités cívicos del país señalan que, por principio de defensa del derecho a la vida y la salud, no permitirán la realización de elecciones si el comité científico no certifica las condiciones de salubridad.
Si queremos salvar el enorme sacrificio hecho en las calles por la ciudadanía hastiada de la narco dictadura implantada por Evo y el MAS debemos los ciudadanos manifestarnos a través de nuestras organizaciones civiles (comités cívicos, empresarios, universidades, organizaciones sociales y colegio de profesionales) como también las diversas plataformas que pelearon en la lucha por el 21-F, para presionar y exigir al TSE para que llame a una nueva convocatoria electoral con la directa participación de un consejo de salud que avale la nueva fecha de elecciones. Si sacamos al narco dictador, ¡cómo no se va a poder lograr que el TSE modifique su aberrante postura que va en contra de la salud del pueblo boliviano!
No permitamos de ninguna manera que el MAS nos doblegue con sus paros y bloqueos para lograr que las elecciones se realicen durante la crisis de la pandemia, puesto que está visto que lo único que ellos buscan, es el mayor ausentismo electoral, pues ello sirve tremendamente a sus intereses ya que así conseguirían una participación porcentual más alta que los favorecería para ganar las próximas elecciones presidenciales.