“El lunes (de la semana pasada) por la noche sólo el 28% repudiaba la movilización de lucha contra la democracia, el viernes ya subieron al 49% y el sábado a 58%”, manifestó Morales.
De esta forma, admitió que el MAS mide sus movilizaciones con encuestas internas. Por eso pidió a sus allegados que “tomen en cuenta estos datos”.
El lunes 10 de agosto escribió: "Convoco a dirigentes sociales y pueblo movilizado a considerar la propuesta borrador de Acta de Entendimiento trabajada por organizaciones sociales y el TSE con la ONU como testigo, para que el 18 de octubre sea, mediante ley, fecha definitiva, impostergable e inamovible de las elecciones".
El martes 11 dijo que “no debemos caer en las provocaciones que nos quieren llevar a la violencia. Solo con el pueblo en el poder, democrática y pacíficamente podremos resolver la crisis y eso significa elecciones ya, con fecha definitiva e inamovible”.
En un encuentro por Facebook Live, Evo Morales también reveló que ayer por la mañana tuvo reuniones con los dirigentes de organizaciones sociales que exigen adelantar las elecciones en Bolivia. Indicó que "hay compañeros que dicen que por lo menos sea el 4, el 11 de octubre, pero no el 18 de octubre. Yo me pregunto, ¿para qué estar peleando por una semana? Creo que no tiene sentido esta clase de planteamiento, por dos semanas o tres no vamos a hacer problemas”.
Respecto al conflicto, aseguró haber pedido que las organizaciones nacionales del Pacto de Unidad y de la Central Obrera Boliviana (que son afines al MAS), analicen el tema en los distintos departamentos.
Anoche insistió en Twitter: “La derecha no quiere que haya elecciones en Bolivia y presenta varias acciones populares intentando postergarlas indefinidamente. La Asamblea debe legislar para evitar que estas chicanas impidan recuperar la democracia”.
DOS TENDENCIAS
Sobre el tema, el analista Ludwig Valverde considera que Evo Morales, desde el exilio, ha estado detrás de muchas de las acciones que se desarrollaron en el país y que hay suficientes indicios para aseverarlo, pero considera también que la movilización que él mismo ha impulsado “le ha excedido. No hay una orden vertical del expresidente que puedan acatar los sectores en conflicto, considero que su liderazgo ha perdido gravitación nacional”.
Por su parte, el también analista político Álvaro Zuazo Vélez vio que lo de Morales se asemeja con lo que decía Augusto Pinochet durante su dictadura, que no había hoja que se moviera en Chile si no era por orden de él.
“Los movimientos sociales no son más que brazos del MAS, no hay nada que se haga si no es por orden de Evo Morales y de esto hay pruebas desde hace muchos años”, manifestó Zuazo.
Recordó que el expresidente, el 15 de noviembre de 2019 habló con Faustino Yujra y le pidió que no se permita el paso de alimentos hacia las ciudades; sin embargo, el exmandatario lo niega hasta ahora a pesar de toda evidencia. "No puede admitirlo, porque complicaría su situación jurídica y penal en el país. No quiere quedar como el hombre sin consideración a la vida ante la comunidad internacional”, dijo el analista.
Además, admitir ese extremo puede poner en riesgo su permanencia en Argentina, indicó Zuazo. “A Alberto Fernández (presidente de Argentina) le preocupan las apariencias, porque necesita el apoyo de Estados Unidos y debe mantener las formas. Más aún porque Donald Trump repuntó en las encuestas y podría derrotar a Joe Biden, lo que pone a Argentina en una situación menos cómodo”, señaló.
Otra señal es que Morales dice una cosa, pero su bancada en la Asamblea Legislativa hace otra. “Este martes los asambleístas llamaban a los sectores sociales a deponer los bloqueos, pero no asistieron al diálogo para pacificar por ‘errores de coordinación’, pero sí se reunieron para aprobar una ley que prohíbe la salida de autoridades durante seis meses una vez que haya cesado su cargo. Esto muestra las reales del MAS y de sus sectores. Personas mueren por falta de insumos médicos y los asambleístas no acceden al diálogo”, concluyó.