Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: sábado 08 de agosto de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Hernán Paredes Muñoz
A pesar de la pandemia, los partidos políticos están en campaña electoral, sólo así se puede entender las acciones de grupos de personas que arriesgando su vida, la de sus seres queridos y de la comunidad toda, hacen marchas y bloqueos que no permiten pasar, ni siquiera oxigeno o medicinas.
¿Pero, cómo puede ser esto una campaña electoral? ¿Están matando y se están matando entre ellos? ¿Cuál es la lógica de esta siniestra acción política? La estrategia del MAS es tan salvaje como crudamente simple. La apuesta que hacen sus dirigentes es crear caos, miedo, desorden, muerte, enfermedad e ingobernabilidad. ¿Para qué? ¿Qué buscan? Que la población llegue a la conclusión que sólo el MAS puede garantizar paz social, estabilidad, tranquilidad, en fin un ambiente gobernable. De esta manera, creen que el voto útil para la pacificación y gobernabilidad, les será favorable.
Los errores y las limitaciones del actual gobierno, la aparente fortaleza de la Asamblea Plurinacional, así como la actitud calculada de los dirigentes de Comunidad Ciudadana, crean un ambiente particularmente favorable para la estrategia del MAS.
Como reclama un ciudadano en las redes, denunciando la muerte de cinco bebes por falta de oxígeno, es tiempo que la Presidente priorice gobernar y evitar que los dirigentes y grupos adeptos del MAS, “hagan dibujo libre” en las calles y en las carreteras.
¿Podrá ser exitosa? ¿Se traducirá en una fuerte votación la cruel estrategia del MAS? No creo, espero que no. Primero, porque tiene varios enemigos dentro y fuera el MAS. Dentro, porque cada vez más dirigentes y participantes están enfermándose, cada vez hay más presión de sus propias familias y amigos que les piden no arriesgar sus vidas.
Segundo, porque para lograr impacto, están obligados a “pasarse de la raya”. Es decir, cometer delitos como evitar el paso de oxígeno, medicina, médicos y enfermeras. Esto, tiene un altísimo costo político contrario al MAS; no quedará impune y afectará la votación, sin duda.
Tercero, el precio de las movilizaciones aumenta cada día, no sólo por la pérdida de liderazgo de muchos dirigentes del MAS, sino principalmente por el riesgo. Más riesgo, más dinero para que salgan de sus casas. Sin embargo, esta variable es discutible. ¿Cuánto dinero puede invertir el MAS en sus movilizaciones? O mejor, ¿Cuánto dinero tiene el MAS para este fin?
A propósito, para tener una idea, el periodista argentino Jorge Lanata comentaba a través de su cuenta en twitter: “Rockefeller murió a los 101 años con una fortuna de 3.5 Billones de dólares después de haber trabajado toda su vida. María, la hija de Hugo Chavez, posee una fortuna de 4.5 Billones de dólares, nunca trabajo”. Pregunto: ¿En 14 años, cuánto dinero se tendrá acumulado para estos menesteres de movilizar y bloquear?
¿Hay otra estrategia posible para el MAS? Claro que sí. Cuando eligieron a Luis Arce como candidato, me pareció una buena señal, porque parecía representar a las “soluciones económicas y clase media”. Si el MAS hubiera priorizado propuestas equilibradas/racionales orientadas a un fuerte desarrollo económico de base amplia, no sólo habría ingresado con fuerza a las clases medias, a los microempresarios, sino también le agradecerían los empresarios de la burguesía azul y de la burguesía oriental. Pero, incomprensiblemente, fue más fuerte su visión destructiva.
Veremos en las próximas semanas si el MAS mantiene su perversa estrategia o cambia, más aún sabremos qué hacen los otros actores, los otros candidatos. La Presidente aún tiene posibilidades de gravitar en una solución viable, pero el tiempo está en su contra. Dios nos ilumine y guie para que no entremos en una situación de caos de tal magnitud, que todos perdamos en salud, economía y política. Abrigo la esperanza que el COVID-19, nos haga entrar en un clima de razones y soluciones viables.