Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: lunes 10 de agosto de 2020
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) Salvador Romero tomó la decisión de realizar una tercera postergación en la fecha de las elecciones para el 18 de octubre. Esta ha traído una avalancha de reacciones políticas, de las cuales la más grave son las movilizaciones del Pacto de Unidad (MAS) y la COB que han establecido cerca de 100 puntos de bloqueo y que tienen al país sumido en zozobra, violencia y emergencias, pues no se está permitiendo el libre tránsito de insumos médicos.
El diálogo no ha sido hasta ahora efectivo. El país tiene que afrontar, además de una pandemia, las amenazas de violencia y la incertidumbre política. El TSE ha participado en los dos espacios de mediación más importantes en los últimos días: con la COB y el MAS, y el convocado por la presidenta Jeanine Añez. En ese contexto, conversó con Página Siete.
Se esperaba que el encuentro con el Pacto de Unidad y la COB concluyera con un acuerdo para aceptar la fecha de las elecciones y desmovilizar los bloqueos, ¿qué pasó y qué pasó con la reunión convocada con la Presidenta? ¿Fueron ambos encuentros fallidos?
El TSE efectuó una extensa labor pedagógica, explicando por qué no se podía realizar la elección el 6 de septiembre y por qué el 18 de octubre es la fecha definitiva, inamovible e impostergable, y mostramos las medidas que garantizan el cumplimiento de esa fecha. Plasmamos estos elementos en un Acta de entendimiento que analizan las organizaciones sociales y confiamos que sea un elemento decisivo para el levantamiento de los bloqueos. El diálogo es un proceso: se avanza, en ciertas etapas se estanca, y cuando ello sucede, se debe tener la capacidad de relanzarlo. En este sentido, además de afianzar la fecha de la elección, el TSE se ha esforzado por contribuir a la pacificación del país y devolver tranquilidad a la sociedad. Condujimos una tarea abandonada por otras instituciones y Poderes.
La presidenta Añez acusó al TSE de estar haciendo un juego infantil con el cambio de fechas y lo responsabilizó de las movilizaciones. ¿Qué opina?
El TSE explicó de manera seria al país las razones por las cuales se modificó la fecha de la elección. Puedo, asimismo, explicar cuál es la pauta de comportamiento del TSE frente a los otros Poderes: respeto por la investidura de sus integrantes y de sus competencias, y voluntad de coordinar y concertar para preservar el bien común.
Usted ha dicho que la nueva fecha de las elecciones no es ideal para ningún partido, pero es conveniente para el país. ¿Cree que en octubre podremos tener un proceso eleccionario sin inconvenientes?
El proceso electoral siempre será complejo porque se desarrolla en una fase de pandemia, lo que implica dificultades de orden técnico y logístico, a las que se han añadido complicaciones políticas, propias del país. Sin embargo, el 18 de octubre es una fecha adecuada. Está alejada del pico de la pandemia, que los estudios e investigaciones coinciden en señalar que se producirá entre los primeros días de agosto y los primeros días de septiembre; de hecho, sufrimos esa escalada. Es también la fecha máxima porque tenemos la obligación constitucional de elegir y posesionar a las autoridades en 2020. Si hay ganador en primera vuelta, la posesión sería en noviembre; si tenemos segunda vuelta, sería el 29 de noviembre, y reservamos diciembre para concluir el cómputo y posesionar a las autoridades.
¿Si la pandemia sigue en evolución se podrá postergar nuevamente esta fecha?
El 18 de octubre es la fecha definitiva e impostergable, justamente por estar en la convergencia de los imperativos de salud pública y las exigencias constitucionales. Hemos elaborado los protocolos de seguridad sanitaria con el valioso asesoramiento de la OPS. Protegeremos la salud de los bolivianos en las actividades que conducen a la elección y, de manera especial, en la jornada de votación.
Usted ha sido criticado por optar por una fecha (6 de septiembre) sin considerar la emergencia sanitaria; ahora ha decidido un cambio por más de un mes adelante y continúan las críticas, ¿qué opinión tiene de estas visiones polarizadas?
El país lleva un tiempo largo sometido a las tensiones de la polarización, del antagonismo entre los actores políticos y sociales, lo que repercute inevitablemente sobre cada decisión que se adopta en el proceso electoral. Hay que guardar distancia con esos apasionamientos y no desviarnos de la responsabilidad en esta coyuntura tan compleja: organizar una elección técnicamente sólida, políticamente imparcial y con las debidas medidas de protección de salud que concluya en resultados aceptados por la ciudadanía y autoridades legítimas.
Las reacciones han ido por los extremos: desde pedir elecciones ya, hasta pedir la anulación del proceso electoral para iniciar uno nuevo. ¿Cree que haya posibilidad en este contexto de reunir a los actores políticos para llegar a un entendimiento y frenar la conflictividad que se está viviendo?
La fecha definida tiene esa característica: sin ser la ideal para ninguna candidatura, debiera ser el punto de convergencia para todas las fuerzas políticas. Si algo caracteriza nuestra gestión es la voluntad de diálogo. Este año, el Órgano Electoral es el único espacio donde las fuerzas políticas han dialogado entre ellas, discrepado ciertamente en muchos temas, pero, sobre todo, encontrando acuerdos. Esta filosofía y vocación de concertación se amplió a actores que no están en la competencia, pero que son socialmente relevantes, como el movimiento sindical y los comités cívicos. Estos diálogos amplios y permanentes reflejan la filosofía del TSE en esta coyuntura crispada y tensa.
¿Cuándo responderá el TSE a las denuncias presentadas para inhabilitar la candidatura de Luis Arce y su partido por haber difundido resultados de una encuesta?, ¿qué hará con las denuncias que hay contra Juntos y CC por motivos similares?
Las denuncias presentadas contra el MAS, Juntos, Creemos y CC siguen, como corresponde, el mismo curso, que se ajusta al debido proceso y la imparcialidad. Las causas han sido puestas en conocimiento de los denunciados que tuvieron la oportunidad de presentar sus descargos que, a su vez, fueron informados a los denunciantes.
Antes de que el TSE emita la resolución de los casos, es jurídicamente imprescindible que el Tribunal Constitucional resuelva la constitucionalidad del artículo que ha motivado las denuncias. Ese paso se produce porque una de las partes ha planteado un recurso concreto de inconstitucionalidad que necesariamente debe ser resuelto por el Tribunal Constitucional. Sólo después puede pronunciarse el TSE.
Si la decisión adoptada por el TSE que anuló la personería jurídica de UD en Beni en 2015 ha sido calificada como arbitraria e ilegal, ¿por qué no se puede revisar este aspecto de la Ley Electoral para evitar tales excesos?
El tema escapa de la competencia del TSE por dos motivos. Cualquier cambio en la ley debe ser efectuado por la Asamblea Legislativa; por otro lado, el artículo en cuestión se halla actualmente en revisión en el Tribunal Constitucional que debe pronunciarse sobre su constitucionalidad.
Hay suspicacia en el país con el TSE después del fraude electoral. Se dice por ejemplo que trabajan técnicos que fueron parte del equipo que llevó adelante la elección del 20 de octubre y que hizo el fraude, ¿es esto cierto?
Ciertamente uno de los lastres del fracaso de la elección general de 2019 fue el daño en la credibilidad del organismo electoral. Uno de los mayores desafíos de la gestión es recuperar la confianza ciudadana; trabajamos en esa dirección, en un contexto de gran adversidad.
Entre noviembre y diciembre de 2019 se renovó por completo a las autoridades del TSE: todos los vocales, tanto del nivel nacional como departamental, que hoy estamos en funciones, somos nuevos. Además, se efectuó una renovación amplia de las direcciones nacionales. El cambio en el plano directivo es fundamental. Al mismo tiempo, el TSE y los Tribunales Departamentales tienen numerosos funcionarios con décadas de trabajo, con perfil técnico. Por supuesto, ellos se mantienen en sus cargos. En la medida que todo funcionario cumpla con los dos requisitos que exigimos: competencia técnica e imparcialidad política, permanece, con una evaluación permanente.
La exdiputada Jimena Costa denunció que entre 2009 y 2014 se ha dado un inusitado crecimiento del padrón electoral y que este debería ser revisado. ¿Por qué no se hace una auditoría al padrón electoral y al sistema de registro biométrico para las próximas elecciones?
Las evoluciones del padrón electoral deben ser vistas en perspectivas de largo plazo, para evaluar su dinámica y evitar miradas segmentadas. Si dividimos por décadas los últimos 30 años, apreciaremos mejor la evolución. Entre 1989 y 1999, el padrón creció en un 67%; la creación del padrón informatizado representó el avance central del período. De 1999 a 2009, año en que se crea el padrón biométrico, el crecimiento fue del 39%; de 2009 a 2019, el crecimiento fue del 40%. En otros términos, el crecimiento de las últimas dos décadas ha sido similar. Es importante destacar que el padrón fue auditado por la OEA, con resultados satisfactorios. Hemos trabajado para subsanar las observaciones que dejó el reporte. Asimismo, en un ánimo de transparencia, el TSE ha puesto a disposición de las organizaciones políticas, e incluso de la sociedad civil, la posibilidad de revisar el padrón a través de laboratorios abiertos en marzo y en julio. Por último, corresponde destacar que hemos saneado el padrón electoral en tres dimensiones. La primera, la de inclusión, con la incorporación de los jóvenes que cumplen 18 años hasta el día de la elección; la segunda, la actualización, que permitió el cambio de los registros de las personas que cambian de domicilio; por último, la depuración. Se cruzaron las bases de datos del padrón y del Registro Civil para depurar a los fallecidos. Fuimos innovadores al incluir a la ciudadanía en esta labor. Cualquier ciudadano puede revisar en el padrón y reportar si un familiar suyo fallecido figura entre los habilitados, por supuesto adjuntando pruebas sencillas, pero concluyentes.
Usted ha sido acusado de tener cercanía con el MAS y también con CC, ¿qué opina de estas acusaciones?
Sin olvidar que también se señaló una cercanía con el oficialismo (risas). Es sorprendente para apenas un semestre, pero tiene una explicación sencilla. El TSE avanza con un comportamiento independiente e imparcial hacia el objetivo de organizar una elección limpia. En ese camino recto se adoptan decisiones, satisfactorias o ingratas para ciertas candidaturas. Cuando las decisiones desfavorecen a una organización, entonces la acusación fácil es que se lo hizo para favorecer a tal o cual candidatura. Semanas después, una nueva decisión genera la reacción adversa de otro partido y la acusación de favoritismo se desplaza como un péndulo. Hemos recibido aplausos y ataques de unos y otros, y esas reacciones han sido cambiantes, lo que indica que nuestra labor se ha mantenido en una línea recta, sin inclinarse a favor ni en contra de ninguna fuerza política. El cruce de acusaciones confirma tanto la imparcialidad del TSE como el grado de polarización del país.
También se ha dicho que no toma decisiones, o que demora mucho en ellas, o que no comunica apropiadamente las determinaciones, ¿es un tema de excesiva prudencia?
Nuestro propósito es transmitir la serenidad con la cual adoptamos las decisiones, lejos de las presiones o exigencias de unos y otros. Actuamos con templanza, lo que significa firmeza en las decisiones, pero alejados de posiciones o declaraciones altisonantes que exacerben los ánimos y rompan la tranquilidad social. La voluntad firme de llevar adelante un proceso electoral limpio y transparente es compatible con un estilo de comunicación sereno y maduro, porque privilegia la reflexión y la argumentación.
¿Se siente afectado o vapuleado por los ataques?
Con tranquilidad de ánimo, espíritu y conciencia. Comprendo, como todos los vocales, que atravesamos una coyuntura de múltiples crisis que exacerban todas las tensiones, tanto más que los períodos electorales o las etapas de crisis disparan la difusión de noticias falsas o de teorías conspirativas. Asumida esa premisa, es más sencillo guardar la calma.
Expertos señalan que el voto electrónico sería una buena opción para que no se registre ausentismo en las próximas elecciones, ¿qué opina de esto?
El voto electrónico no puede ser aplicado en la elección de 2020. En primer lugar, porque el marco jurídico está concebido para el voto manual; segundo, porque el paso a ese sistema requiere una planificación minuciosa y varias etapas de pruebas. Independientemente de estos dos factores, hay que señalar que el voto electrónico es, al igual que el manual, presencial; por lo tanto, exige y supone la presencia de los votantes en los recintos. Añado, para concluir, que el voto electrónico no depende tanto de cuestiones técnicas como de confianza social. Quizá eso explica por qué tan pocos países lo han adoptado.
HOJA DE VIDA
- Inicios Nació en La Paz en 1971, es politólogo, investigador y escritor.
- Estudios Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po).
- Carrera Presidente de la extinta Corte Nacional Electoral. Luego se convirtió en alto funcionario internacional de organismos electorales de la región.