Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: domingo 09 de agosto de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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En la misma mesa estarán quienes cometieron delitos imperdonables, junto a los que están constitucionalmente obligados a hacer cumplir las leyes y en calidad de invitados participarán los únicos que tienen la potestad de cambiar la fecha y son los directos responsables del descrédito y desorden del proceso electoral, en un momento que es crucial en la historia democrática boliviana. Por eso surgen preguntas respecto a lo que se discutirá en el “diálogo”, precisamente porque sí existiera alguna demanda legítima en la protesta, la misma sería una obviedad y antes de bloquear carreteras y cometer actos terroristas, los agitadores hubieran pedido desde el principio ser escuchados e irían con algún planteamiento. También surgen las preguntas respecto a quienes serán los interlocutores, porque como están planteadas las cosas, solo falta que Evo Morales participe de la reunión con altavoz o de forma virtual, porque la COB ya no es una organización independiente, ni actúa en función de intereses o demandas de carácter sindical. Lo que preocupa es el desgobierno, las señales contradictorias que se dan, la confusión de roles y la impunidad con la que se incumplen deberes o se perdonan acciones criminales, el diálogo es inadmisible sí es que la finalidad es una amnistía para los delitos cometidos, después de que todo indica que bajo cuerda negociaron la postergación de las sanciones que involucran a la personería jurídica del M.A.S o sí se quiere una fecha fija para que las consideraciones sanitarias se subordinen a las conveniencias políticas. La situación es tan delicada porque se perdieron vidas estos días, por eso son abusivos los condicionamientos al diálogo y el histrionismo político, que a estas alturas resulta desatinado y hasta ofensivo, todo intento de solución merece al menos el beneficio de la duda, esperemos que los que se vayan a reunir comprendan la trascendencia de esta oportunidad y sepan aprovecharla porque el tiempo es escaso y se está perdiendo la paciencia ante tanta arbitrariedad. El M.A.S a través de Luis Arce puso condiciones a su participación, pretenden no solo que se obvie la relevancia de la Pandemia en el debate, sino que sus amigos progresistas de la comunidad internacional intervengan y aumenten la presión sobre el Gobierno, por eso las señales tras la convocatoria no fueron auspiciosas y en gran medida lo que vaya a suceder, depende de las actitudes de las demás fuerzas políticas y el grado de madurez y compromiso con la democracia que demuestren los partícipes. Lo que sigue sorprendiendo es la impasibilidad del Tribunal Supremo Electoral, no termina de asumir su rol constitucional de Órgano del Estado y consulta al legislativo y a los «movimientos sociales», antes de hacerse cargo de sus obligaciones y de plantear soluciones y directrices claras en la conducción y en la administración de las elecciones, después de todo los vocales deberían tener planteamientos concretos y entender que sí no actúan con la debida imparcialidad no habrá solución posible, precisamente porque ante intereses tan divergentes, es imposible que todas las partes salgan conformes, sin embargo ningún acercamiento es aceptable sacrificando los principios y derechos humanos o escuchando solamente a las parcialidades que originaron el conflicto y no al conjunto de la población que lo tuvo que sufrir injustamente.