Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: miércoles 05 de agosto de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Lo que está sucediendo no tiene que ver con hechos aislados, es consecuencia directa de las amnistías que se otorgaron tanto el año 2003 y durante el 2019, beneficiando así a los “movimientos sociales” afines al M.A.S, que obtuvieron impunidad para los delitos y el vandalismo que desataron en ambas oportunidades, a título de pacificación del País, se dio el mensaje de que algunos pueden violar la ley sin consecuencias y no parece ser casualidad que los beneficiados, sean los mismos que reclamaron y recibieron luego ese trato privilegiado. El hastío social que obligó a que huyera Evo Morales y su entorno, tiene que ver precisamente con el abuso de poder, el cansancio frente a la prepotencia y las bravuconadas de esos dirigentes políticos, que se consideran con derechos e inmunidades especiales, después de todo siempre sus exabruptos fueron premiados, mientras sus oponentes eran perjudicados y en algunos casos hasta injustamente castigados. En Samaipata el fuego casi llega hasta el sitio arqueológico, los pobladores tuvieron enfrentamientos con los manifestantes y son cada vez más los que están perdiendo la paciencia y se sienten indignados, porque grupos de exaltados impiden la reactivación económica y la libre circulación de personas y bienes, bajo pretexto de reclamar por intereses partidarios, mediante reivindicaciones absurdas. Distintos sectores se manifestaron en contra esta clase de medidas y demandan con toda razón que esas actitudes delincuenciales, no queden nuevamente bajo el manto de la impunidad y terminen siendo materia de futuras negociaciones políticas, nadie debería estar exento de sus obligaciones legales y por ese motivo, tal forma de protestar es inaceptable en cualquier Estado democrático, que tenga un ordenamiento jurídico y en el que las autoridades encargadas de velar por su cumplimiento, hagan mínimamente su tarea. El Misterio Público debería investigar de oficio, pues solo se los vio actuar en la época en la que gobernaban quienes los pusieron en sus cargos, lo propio debe hacer la fuerza pública, porque los incidentes entre los que protestan y quienes se ven perjudicados, son cada vez más frecuentes, por lo que esa debería ser una advertencia de que las reacciones se pueden salir de control y la situación puede tornarse delicada. Por otro lado las peticiones conciernen al Tribunal Supremo Electoral y terminamos siendo víctimas, de sus ambigüedades y falta de autoridad, los vocales fueron elegidos para administrar una dimensión fundamental de la transición política, relativa a unas elecciones que deberían asegurar la constitución de un gobierno legítimo y el desarrollo de comicios trasparentes, por eso le haría mucho bien a la coyuntura que comenzaran a despachar las resoluciones que tienen pendientes. Es triste que nuestra sociedad se distraiga con esa clase de conflictos, cuando existen otras prioridades y los desafíos son demasiado grandes como para seguir perdiendo tiempo tan valioso, esa es la naturaleza de las diferencias políticas y por eso la sociedad tiene divisiones profundas, es difícil ser optimista cuando somos testigos de tanta violencia y ante instituciones débiles e impasibles, que nos convencen de que no será nada sencillo, transitar del terrorismo político a una democracia que retoña.