Medio: Opinión
Fecha de la publicación: martes 28 de julio de 2020
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Nos vale madres que la COB, las Bartolinas, las Seis Federaciones del Trópico, los indígenas qaqachacas de Oruro y varios otros ayllus exijan una retractación del TSE y vuelva a su firmeza anterior.
Él es un caballerito y jamás podría contestar a dicha provocación si le asisten razones científicas, mucho más si en Chimoré se ha dicho que cualquier derramamiento de sangre será de exclusiva responsabilidad del TSE. Los habitantes de El Alto hablan de una marcha desde Senkata pidiendo elecciones para el 6 de septiembre; los de la provincia Sacaba pedirán lo mismo, e igual petición habría en Quillacollo y el Valle Alto, pero esas son razones políticas que todo un Presidente del TSE jamás debería atender si le asisten razones científicas.
Eso hace un niñito bien y no las cosas del Negro Arias que se pone boca en boca con un candidato y le pide que mejor se calle. Inusitada reacción del Negro que imita a la que tuvo el Rey Juan Carlos frente a un líder latinoamericano.
La Policía y el Ejército dicen estar preparados para cualquier intento contra el TSE. Sabias palabras que los ciudadanos acatamos por razones científicas, que nunca prevalecerán sobre las razones políticas. Al final, Policía y Ejército están muy bien dotados contra motines y sabrán cumplir sus deberes constitucionales.
No interesa que el país se hunda en la fosa triste de la pandemia. Mientras menos, seremos menos hambrientos, menos necesitados. Pobre gobierno este que debe enfrentar la pandemia y pobre de quién suceda a la Presidenta, porque tendrá que enfrentar algo más ominoso: la crisis económica, la crisis de empleo, la nube negra que se cierne sobre América Latina, esta vez por razones económicas, no políticas, menos científicas.
Necesitábamos que nos engañara un niñito y no cualquiera, ¿no ve?