Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: lunes 27 de julio de 2020
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Los plazos están corriendo y todas las presiones también, los próximos días servirán para evaluar la situación general del proceso electoral e implican un examen respecto al grado de imparcialidad que tiene el Órgano Electoral, en circunstancias que no solamente tienen que ver con la constitución de un nuevo gobierno, sino también frente a las definiciones que se tienen que tomar, para salir de la crisis política en la que está inmerso desde octubre el País. Mientras tanto la situación sanitaria es cada vez más compleja y es muy preocupante lo que ocurre en algunos departamentos del occidente, donde la velocidad de contagios tiene una aceleración dramática, en ese sentido La Paz en semanas experimentó un crecimiento de los casos positivos, que le llevó a Santa Cruz meses en registrar, por otro lado Cochabamba tiene una tasa de fallecimientos alarmante y sus autoridades perdieron un tiempo insustituible, en el que debían ir preparándose para estas contingencias. Justamente los departamentos del eje central, serán el ámbito donde el partido de Evo Morales intentará organizar las protestas, bajo la lógica de presionar para que las sanciones y las medidas en contra de sus intereses, sean de alguna manera neutralizadas, indudablemente habrá agitación social, aunque también es cierto que la capacidad de movilización de ese partido político sigue menguando y son tan descabelladas sus intenciones, que difícilmente podrán motivar a sus militantes y sostener en el tiempo tales acciones. Lo importante de todo lo que ocurre, es que las medidas y los ajustes se tienen que dictar ahora, de forma que con una anticipación razonable se aclaren las circunstancias, en las que se manejarán las diferencias políticas y los conflictos pendientes, esto es necesario porque ya es tiempo de que se enfrenten los demonios y comiencen a resolverse los problemas que eternamente fueron diferidos, precisamente porque mientras más rápido se aclaren las situaciones, habrá un margen mayor para concentrarse en la Pandemia y atender de una vez las grandes prioridades. De alguna manera se tienen que ir ordenando las tareas y los esfuerzos, la politización del coronavirus es una tragedia que no se puede eludir y por esa razón corresponde separar las aguas, es insostenible en las actuales circunstancias, que exista una atención adecuada a las urgencias sanitarias y es absurdo suponer que en el mismo contexto sean viables los comicios y las agendas electorales de los partidos. El mundo está cambiando y esto hace que exista una carrera por la adaptación, es una suerte de darwinismo internacional, donde no hay lugar para los rezagados y donde la selección es inmisericorde con las miserias políticas y las paradojas históricas, en algún momento cada quien tiene que desempeñar su tarea y someterse al escrutinio público, pues no se puede permanecer eternamente en conflicto y menos cuando la peste acecha en todas partes y las preocupaciones están en nuestros seres queridos, en aquello que afecta a nuestro departamento y en las políticas que permitan la recuperación y que sirvan para hallar sentido a nuestros esfuerzos y trascendencia al futuro.