Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: jueves 10 de mayo de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Otros
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El exlíder indígena habló con Los Tiempos sobre el 21F, la inacción de la ciudadanía tras el 21F, la proliferación de partidos de cara a las elecciones de 2019 y las posibilidades de la oposición.
Los últimos días han proliferado candidatos para 2019. ¿Cómo ve este escenario?
El
mapa político actual es complejo por diversas razones, positivas y
negativas, entre las positivas es que hay un genuino espíritu de
participación popular, hay sectores que quieren ser actores de la vida
política y electoral. Esta renovación de organizaciones políticas puede
ser un signo de revitalización. Entre las negativas, está que el
Gobierno adoptó la línea de crear la mayor cantidad de partidos para
disgregar los votos opositores e impedir la unificación de la oposición
para un evento electoral.
Esto se debe a la pérdida de apoyo, de confianza e intención de voto
que tiene el Gobierno que muestra un bajón irreversible en la intención
de voto que tiene Evo Morales. Está cayendo como tobogán. Sin embargo,
estos votos no van a engrosar una candidatura de oposición, donde existe
una mayor disgregación. El Gobierno como no puede recuperar el apoyo
acude a dispersar a la oposición.
¿Esto distrajo sobre el tema del 21F?
Es un
peligroso riesgo esta inacción sobre el 21F, vi con mucho interés las
movilizaciones en todo el país y ese movimiento tuvo un respaldo
internacional contundente, como el informe de la Comisión de Venecia.
Junto con la CIDH se podría bloquear la respotulación ilegal. Por ello,
el Gobierno usa algunos temas para distraer sobre esto. Veo un peligroso
riesgo en las movilizaciones callejeras en su quietud, las protestas
fueron muy importantes porque golpearon donde más le duele al MAS, que
se creía el dueño de las calles y movilizaciones. Pero los colectivos
ciudadanos han arrebatado el monopolio del MAS en las calles y hay que
mantener esto. Esta quietud es peligrosa porque ayuda al Gobierno a que
recupere fuerzas y siga con su campaña de manipulación y propaganda para
consolidar la reelección ilegal.
¿Cómo se puede retomar esta agenda del 21F?
Además,
del 21F cuyas movilizaciones fueron impresionantes, creo que hay que
sumar otros temas, como la corrupción del Gobierno. Las plataformas
ciudadanas deberían tomar en cuenta las graves denuncias que se han
conocido recientemente. Llama la atención la publicación del periodista
brasileño Leonardo Coutinho sobre la ruta del Alba y los narcovuelos de
Bolivia, Venezuela y Cuba. El Gobierno ha criticado; pero hasta ahora no
ha desmentido. Son denuncias graves. Ese es un tema que junto a otros
deberían motivar la movilización en las calles. Otro tema es la
modificación a las reglas de juego en las elecciones, con los que el
voto rural pesa más que el voto urbano. También el padrón electoral,
quien quiera ir a las elecciones debe pedir que se limpien las
irregularidades. En fin hay varias tareas que cumplir que pueden ser
banderas de las plataformas y grupos ciudadanos. El 21F es importante
pero también estos otros temas. Habría que hacer una agenda de
movilizaciones. El mar nos une pero la reelección nos divide.
¿En el plano internacional, tras la crisis de Unasur vio un aislamiento de Bolivia?
Un
profesor de relaciones internacionales nos enseñó que los países en el
mundo contemporáneo se rigen por intereses, no por amistades o
ideologías o solidaridades. El único gobierno que se mueve por ideología
es Bolivia. El Alba, Unasur y Celac son creaciones ideológicas y
políticas, no son organismos de integración verdaderos. El anhelo de
integración en correcto y necesario, pero estas propuestas son formatos
fallidos de integración porque se utilizan para una alianza ideológica
política dirigida por Chávez primero y ahora por Maduro. Si se dirigen
las relaciones internacionales por ideología se toma un camino
equivocado. Lo que plantean Venezuela y Cuba es solo ideológico. Por
eso, Unasur está muriendo, Celac está paralizado y el Alba está en su
agonía. Otro error del Gobierno es el seguidismo en el Consejo de
Seguridad a Rusia, por ejemplo el rechazo a la investigación del uso de
armas químicas en Siria. Rusia usó su derecho a veto y Bolivia apoyó esa
posición, ningún otro Estado más lo hizo.
Esto se ve también en la Cumbre de las Américas, donde Bolivia fue el
único que defendió a Maduro. Esto se cosecha con el aislamiento
internacional. Nunca se vio esto en la historia del país, tal vez
comparable con la época de las dictaduras.
¿Cree que las plataformas o la oposición logren la unidad para 2019?
Pedir
a las plataformas ciudadanas que en medio año o un año estén listas
para tomar el poder, es no entender la participación de la ciudadanía en
la vida política. Desde el 2000, el país entró en una crisis seria del
sistema de partidos, la democracia pactada se desmoronó y no hubo otro
sistema que lo sustituyó. Desde que el MAS llega al poder en 2005 se
ocupó de destruir cualquier señal de participación política partidaria.
Cualquier dirigente que se planteó hacer un partido fue perseguido o
exiliado por el Gobierno. El MAS ha adoptado una línea de destruir
cualquier otro partido a menos que le sea funcional. Ahora, cada vez hay
mejores condiciones para las propuestas de la oposición. El MAS se
desmorona y está recurriendo a temas como el mar para intentar recuperar
esa caída. Conforme se reduce la confianza en el Gobierno se crea un
escenario favorable para la unificación de propuestas opositoras, pero
parece que la lógica es que la dispersión es el signo, antes que la
unidad. Parece que cuanto más se debilita el MAS, más se divide la
oposición y es una actitud errónea. Tal vez la unidad no se pueda con el
100% de las fuerzas políticas, pero sí con la mayoría. Pensar de forma
diferente es apuntar a tener tres senadores, dos diputados, un grupo
pequeño de legisladores.