Gestión. El titular del TSE, ratificó que las elecciones serán el 6 de septiembre. “El TSE cumple con la ley. Tenemos una ley promulgada que indica que las elecciones son el 6 de septiembre”, aseveró.

La principal autoridad del Órgano Electoral, indicó que el éxito del proceso y de la jornada de votación es una “responsabilidad compartida” entre los poderes del Estado, la ciudadanía y las organizaciones políticas. “Todos tenemos la responsabilidad para el éxito de la jornada de votación. El Órgano Electoral por un lado asume toda la tarea preparatoria de la jornada de votación, adopte los protocolos de seguridad; pero corresponde a la ciudadanía respetar las recomendaciones que emita el Órgano Electoral y las organizaciones políticas tienen una cuota de reponsabilidad con el despliegue de sus delegados. El proceso electoral es la suma del trabajo de todos los poderes del trabajo”, aseveró Romero.

Rechazo. Por su parte, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, responsabilizó al TSE y a su presidente de todo lo que vaya a ocurrir el día de las elecciones, en plena pandemia por el coronavirus. "Es difícil el desafío, pero hay que ser muy claros, la responsabilidad de lo que vaya a pasar es del TSE, la responsabilidad es de Salvador Romero, la responsabilidad de que se lleve adelante la elección está en sus manos, la responsabilidad de los contagios está en sus manos, la responsabilidad de las muertes está en sus manos", manifestó la autoridad, en entrevista con CNN.

Murillo, aseguró que el Gobierno en su momento ya dijo que era irresponsable hacer elecciones sin un estudio previo sobre la evolución de la pandemia.

Asimismo, afirmó que en esta coyuntura de la propagación constante del COVID-19 es difícil responder hasta cuándo se debería postergar las elecciones porque "claramente no sabes cómo se va a comportar la pandemia" más adelante.

Trabajo. Por otro lado, el titular del TSE recordó que esa instancia ya envió a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) el Proyecto de Ley para que los recursos económicos destinados a la campaña electoral, sean reasignados al presupuesto para implementar los mecanismos de bioseguridad propicios para poder llevar adelante las elecciones disminuyendo los riesgos por la pandemia del coronavirus.