En caso de no haber segunda vuelta, la posesión de las nuevas autoridades electas será el 4 de octubre, sin embargo, si hay una nueva votación, esta actividad se cumplirá -según el calendario reajustado- entre el "16 de noviembre y 30 de noviembre".

Inicialmente las elecciones estaban previstas para el pasado 3 de mayo, pero debido al ingreso de COVID-19 a Bolivia, el Gobierno declaró cuarentena total y el TSE decidió, con carácter excepcional, la suspensión de todo el cronograma electoral desde el 22 de marzo.

Después, en medio de una polémica que aún persiste sobre la nueva fecha de elecciones, finalmente la Asamblea Legislativa, controlada por el Movimiento Al Socialismo (MAS), aprobó una nueva Ley de postergación de los comicios, que el pasado 21 de junio fue promulgada por la presidenta Jeanine Áñez, tras recibir presiones políticas.

Sin embargo, la Jefa de Estado dejó en claro que la única razón por la que habló de una mayor postergación de los comicios fue para evitar riesgos en la salud de la población porque se estima que precisamente en los primeros días de septiembre se podría vivir el momento más crítico de la pandemia en Bolivia.

Ahora el Gobierno pondrá todo su esfuerzo para que el proceso se lleve a cabo de forma ordenada y con el menor riesgo de contagio posible, "pero en este tema de riesgo, quiero pedir al señor Evo Morales, Luis Arce Catacora y Carlos Mesa, que asuman con valentía la responsabilidad que tienen al haber exigido con tanta insistencia para que hagamos elecciones en plena pandemia", remarcó Añez, al momento de promulgar la normativa. /ABI