“La paz y la violencia no pueden convivir juntas”, reflexionó el arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Juárez, y convocó a ser más creativos en las medidas de presión para alcanzar el objetivo del paro cívico con otras metodologías que llamen la atención del Gobierno.

Juárez señaló que realizó visitas a los más de 15 piquetes de huelga de hambre y destacó la participación de la ciudadanía en las manifestaciones cívicas porque consideran que Chuquisaca está postergada, no hay empresas nuevas ni fuentes de trabajo en un departamento que está a pocos días de celebrar su efeméride, sólo promesas.

El prelado pidió reflexionar sobre el objetivo y las metas a alcanzar con el paro indefinido, a quién perjudica más, a Chuquisaca o Santa Cruz, a qué actores políticos, después de una semana de paralización sin respuesta concreta. “No es con la violencia y la confrontación que lograremos nuestros objetivos sino con la cohesión, el esfuerzo para deponer ciertas actitudes”.

Dijo que como Iglesia condenan la represión a los sectores movilizados en Macharetí y otros hechos recientes de intolerancia. “Pero también estar conscientes de personas que trabajan de su trabajo día a día, las tiendas de los barrios, vendedores ambulantes, taxistas que requieren de respeto antes que agresión y tampoco impedir los servicios de salud, educación, turismo que se ven impedidos de la libre transitabilidad”.

“La Iglesia proclama, con la convicción de su fe en Cristo, que la violencia es un mal, es inaceptable como solución de los problemas, indigna al hombre, la violencia es una mentira porque va contra la verdad de nuestra fe, la verdad de nuestra humanidad”

En la misma línea, el representante del Defensor del Pueblo en Chuquisaca, Edwin Martínez, expresó su preocupación porque hay amenazas de generación de violencia por la incertidumbre del paro; así hizo un llamado a promover la cultura de paz, diálogo fraterno y sincero.

Recordó que hay obstaculización al trabajo de las ambulancias y acumulación de basura en las calles que la Empresa Municipal de Aseo Urbano (EMAS), lo que pone en riesgo la salud y la amenaza de contaminación.

En la misma rueda de prensa la representante de la APDH en Chuquisaca, Uganda Vedia, alertó que el conflicto puede salirse de las manos de la dirigencia cívica y demandó tolerancia sobre todo con las ambulancias y el abastecimiento de la población.

“Las reivindicaciones son legítimas pero no nos debe llevar a una confrontación, es necesario un diálogo real, sincero y objetivo”, enfatizó.

Finalmente, la representante del sindicato de la Federación de la Prensa, Alcira Barja, también se sumó a este llamado de deponer actitudes de beligerancia y confrontación que pueden perjudicar a los chuquisaqueños. A nombre de los trabajadores de la prensa comprometió ofrecer una información oportuna y completa y recomendó a la ciudadanía no dejarse influir por rumores infundados y malintencionados a través de redes sociales y al contrario buscar una solución pacífica a este conflicto.