Medio: El Día
Fecha de la publicación: sábado 06 de junio de 2020
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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Si lo hacen bien, si son sinceros y ordenados, no sólo estarán en mejores condiciones para vencer al Coronavirus, sino también para enfrentar más fortalecidos las consecuencias económicas de la prolongada cuarentena, apuntalar la democracia y de yapa, recomponer el panorama frente al desafío electoral que se avecina, fuertemente lesionado después de los hechos cuestionables acaecidos recientemente.
Ya lo dijimos cuando estalló el escándalo de los respiradores. Bolivia y muchos otros países como un modelo estatistasocialista están diseñados para robar, para que el dinero se pierda en el camino, para derrochar y para hacer gastos superfluos. Tienen aparatos públicos demasiado grandes, difíciles de controlar, con demasiada gente que no hace nada más que buscar la forma de medrar con el dinero del pueblo, que no tiene dueño, pues no hay quién lo fiscalice, no hay planes definidos para darle un buen uso y siempre hay alguien disponible para hacer un excelente negocio con recursos ajenos.
En este momento, el Gobierno tiene la posibilidad de explayarse haciendo recortes de gastos inútiles, puestos absurdos y tremendos agujeros por donde se está escapando el dinero.
Empezar por tres ministerios y dos embajadas en un buen comienzo, pero es ínfimo en relación al mastodonte que creó Evo Morales y que se tragó una cantidad de dinero que jamás habíamos soñado acumular en 14 años. Ese gran monstruo sigue vivo, continúa comiendo y tragándose la plata que debe servir para la salud, la educación, la generación de empleos, la promoción de inversiones o cualquier otra política pública que se quiera desarrollar.
Ya sabemos que no es momento de “masacre blanca” y que el factor “pega” es terriblemente sensible en nuestro país, así se trate de 200 mil masistas que todavía están en el Gobierno, torpedeando cualquier gestión buena, regular o mala que esté llevando adelante la administración de Jeanine Añez.
Sin embargo, el Gobierno tiene en sus manos la posibilidad de cerrar todos las empresas estatales, incluyendo la planta de úrea del Chapare y el ingenio de Sanbuenaventura, que fueron creadas por el cocalero, por puro ego nomás. Debe cerrar los museos, vender los aviones, los helicópteros y todos los elefantes blancos que cuestan millones mantener.
No debemos tener miramientos a la hora de “dinamitar” toda la estructura creada por el “proceso de cambio” para saquear y apuntalar una dictadura que nos estaba conduciendo a la miseria y que lo hará si es que no la derribamos cuanto antes.
No debemos tener miramientos a la hora de “dinamitar” toda la estructura creada por el “proceso de cambio” para saquear y apuntalar una dictadura que nos estaba conduciendo a la miseria y que lo hará si es que no la derribamos cuanto antes.