Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: sábado 09 de mayo de 2020
Categoría: Autonomías
Subcategoría: Departamental
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
En el caso de la Salud, es evidente que en los últimos cinco años se hicieron importantes inversiones y está claro que todas ellas fueron con recursos departamentales, en ese contexto irrumpió la Pandemia del Coronavirus, que trajo desolación y muerte desde China y la esparció por todos los confines del mundo, al extremo que hasta la fecha murieron doscientas setenta mil personas y existen contagios en ciento ochenta y siete países. La Gobernación desde que estalló la crisis sanitaria, coordinó las medidas con los municipios, habilitó un área exclusiva del hospital San Juan de Dios para pacientes de COVID – 19, adquirió equipos de terapia intensiva, un hospital móvil, implementos de bioseguridad y se habilitaron ambientes de aislamiento para casos sospechosos, sin embargo el gran reclamo de estos días, ha sido que el laboratorio entregado por el Ministerio de Salud no se encuentra funcionando por falta de reactivos. La realidad es que cuando estamos a merced de las prioridades nacionales, Tarija lamentablemente siempre ocupa una preponderancia marginal, lo cual demuestra que siempre terminamos dependiendo de nuestras posibilidades y en ese sentido es una excelente noticia la que dio el Director del Hospital Regional, al informar que la Gobernación adquirió un equipo de laboratorio para realizar pruebas PCR y de esa forma se podrá en el Departamento hacer análisis de COVID – 19, con las misma confiabilidad que las efectuadas en el CENETROP o en INLASA. El laboratorio será operado por dos bioquímicos que ya han sido capacitados y adelantó que se están realizando las tareas pertinentes, para que pueda entrar en funcionamiento hasta el próximo miércoles, de forma que pronto se dispondrá de resultados inmediatos y en consecuencia tendremos en el Departamento de Tarija, las condiciones requeridas para ir planificando con la información adecuada, las acciones que sean convenientes para detectar los casos y de esa forma contener los brotes de la enfermedad que puedan presentarse. Por esta razón, existen motivos para alegrarse, gracias a nuestra autonomía estamos mejor preparados que otras regiones para afrontar un desafío tan grande, algo que es más meritorio sí se toma en cuenta, que en términos efectivos ha sido intrascendente la ayuda recibida del centralismo, de forma que esta realidad debe servir para que se exija un trato diferente en el futuro inmediato. Las pestes terminan siendo calamidades pasajeras, dentro de unos meses con seguridad será superada la que tocó a esta generación confrontar, afortunadamente varios países compiten por desarrollar primero un tratamiento eficaz que reduzca la mortalidad y luego en la búsqueda de una vacuna. Por eso las sociedades están en una lucha contra el tiempo, es imperioso que se hagan todos los esfuerzos para evitar que muera la gente y retrasar la propagación de la enfermedad, prevenir las muertes no solo es salvar vidas, es comprender que se trata de seres humanos no de estadísticas, por eso los que padecen esta dolencia merecen recibir la mejor atención posible, a diferencia de lo que sucedió en Italia, Ecuador o en España, dónde los médicos y los gobiernos, terminaron decidiendo a quién asistir con un respirador, hagamos lo necesario para nunca confrontar un dilema de esa naturaleza y para que la vida humana siga teniendo la dignidad que merece.