En similar actitud a lo expresado por monseñor Ricardo Centellas, el 10 de mayo, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) a través de un documento denominado “Es hora de la responsabilidad”, calificó de “inmoral” la adquisición de respiradores artificiales con sobreprecio. El documento de la Iglesia católica boliviana advierte sobre la covid-19 en el país y el peligro de “descontrol en su propagación”. Fue leído la mañana del jueves, 28 de mayo por Mons. Aurelio Pesoa, secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB). “Deploramos y rechazamos la evidente corrupción tan irresponsable e inmoral en la adquisición de ventiladores para salvar la vida de los enfermos. Denunciamos toda actitud y actuación que ponga en peligro la vida y la salud de los demás”, señala el documento. La dureza de la declaración de la Conferencia Episcopal, surge en medio de la emergencia sanitaria que contabiliza una cifra próxima a los 8.000 casos, en los que Santa Cruz y el Beni, acumulan el 85 por ciento de los contagios, por lo que el requerimiento de insumos y respiradores para salvar la vida de los enfermos resulta apremiante. El documento califica de “inmoral” la compra de los respiradores españoles que debían salvar la vida de los enfermos, “La corrupción y politización ponen en peligro la vida de los bolivianos”, expresan los obispos de Bolivia. Cuatro personas guardan detención preventiva por el caso de la compra con sobreprecio de los respiradores españoles, entre ellos el exministro de Salud, Marcelo Navajas, quien el 26 de mayo fue evacuado a un centro médico por problemas cardíacos. La Iglesia católica, convocó también a las autoridades a “escuchar a los expertos” y que en medio de la emergencia sanitaria que atraviesa el país, los funcionarios de gobierno de todos los niveles no actúen con “cálculos políticos” y creen espacios de diálogo y concertación para evitar cualquier tipo de confrontación. El documento de la CEB reconoce la importancia de las elecciones para Bolivia, sin embargo, considera que resulta más urgente cuidar la salud de la población, condicionando la fecha del calendario electoral, a la superación por completo de la emergencia sanitaria. “Todo servidor público debe actuar con honestidad y transparencia”, sostiene el documento de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), mientras los hospitales de Trinidad Beni colapsan, los médicos se quejan por la falta de atención del Gobierno y sugieren a los enfermos no acudir a los nosocomios que se han convertido en focos de infección. En la misma línea, el pasado 10 de mayo, en una misa por el Día del Periodista en la ciudad de Potosí, monseñor Ricardo Centellas, presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), criticó con dureza al Gobierno de la presidenta, Jeanine Áñez, por preocuparse más en repartir cargos a familiares, prorrogar su mandato y no combatir con eficiencia al coronavirus. “¿Cuántos reactivos se compraron?, ¿dónde están los reactivos? Nos anunciaron que compraron 500 camas para terapia intensiva. ¿Dónde están?”, afirmó entonces, monseñor Ricardo Centellas. El presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), cuestionó los afanes de prorroguismo del régimen de Áñez, “Un Gobierno de transición que se preocupa demasiado por colocar a su gente en instituciones públicas, no es Gobierno de transición. Ya parece un Gobierno que quiere instalarse. No es ético”, afirmó. “Hace poco aparece un narcojet. ¿Cuál es la verdad detrás de esta acción del narcotráfico? El Gobierno no puede callar. Tiene que explicarnos a los bolivianos qué es lo que pasa”, dijo monseñor Centellas, en la misa por el Día del Periodista en la ciudad de Potosí.