Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: sábado 05 de mayo de 2018
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Concesiones mineras, construcción de carreteras, exploración hidrocarburífera, proyectos de desarrollo, otros
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“Hemos tomado la decisión de que no vamos a hacer Tariquía y vamos a Madre de Dios, a otro lugar donde la gente verdaderamente aprecie le trabajo del Estado y necesite los recursos”, dijo Sánchez en conferencia de prensa en Tarija.
Según el Ministro, se planeaba invertir 683 millones de dólares en los trabajos en los campos San Telmo Norte y Astillero. Ambos proyectos podrían generar una renta petrolera de 9 mil millones de dólares y 1.800 millones para Tarija si se confirma su potencial hidrocarburífero.
A principios de abril, el presidente Evo Morales promulgó dos leyes para la exploración y explotación de los campos San Telmo y Astillero. Según el Ministerio de Hidrocarburos, San Telmo tiene un potencial de 5,5 millones de metros cúbicos día (MMm3 día). En Astillero, de acuerdo a los estudios, se podría generar 3,5 MMm3 día.
Sin embargo, el proyecto quedó trunco. Sánchez atribuyó al decisión de suspender a la inversión a las protestas, bloqueos, objeciones y tergiversaciones de parte de comunidades, organizaciones no gubernamentales, el comité cívico, la Gobernación y otros políticos.
“Los malos tarijeño no quieren que haya inversiones”, protestó la autoridad, a tiempo de recalcar que las inversiones se irán a otra parte, donde se las aprecie.
Los proyectos estaban a cargo de Petrobras y YPFB Chaco. El Ministro sostuvo que las empresas observaron el problema mediático sobre temas ambientales y decidieron llevarse la inversión. “No podemos remar contra la corriente”, afirmó.
Subrayó que la afectación de estos campos a Tariquía era mínima, puesto que se ocuparían 114 hectáreas de 247 mil en San Telmo Norte y 52 de 245 mil hectáreas en Astillero.
INDÍGENAS RECHAZAN OTROS PROYECTOS
Los pueblos indígenas de la reserva forestal de Tariquía, donde están los bloques San Telmo Norte y Astillero, protestaron desde abril de la gestión pasada exigiendo el respeto al área protegida. En el lugar se emplazó un frente de resistencia a los proyectos que el Gobierno pretende ejecutar.
Si por un lado hay conflictos en los proyectos petroleros, también existe resistencia a la construcción de hidroeléctricas que también afectan a áreas protegidas, una de ellas es Cambarí.